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Los nidos de avispa asiática en el Arga están vacíos en invierno y son «inofensivos»

Los nidos de avispa asiática que se pueden ver en las orillas del río Arga a su paso por Iruñea están vacíos durante el invierno y, por tanto, son «inofensivos», según señala el Ayuntamiento ante la alarma generada entre la ciudadanía por esta cuestión.

Nido de avispa asiática. (AYUNTAMIENTO DE IRUÑEA)

Durante los meses en que los árboles caducifolios están sin sus hojas, los nidos de avispa asiática son muy visibles, provocando una sensación de alarma en la población, según reconoce el Consistorio, que indica que los avisos de avistamientos de estos nidos se producen mayoritariamente en las orillas del río Arga.

Los nidos de la avispa asiática son grandes y de forma esférica, construidos normalmente en las copas y partes altas de los árboles, y menos frecuentemente, en arbustos. Los árboles más frecuentados por esta especie son los chopos, plátanos de paseo, nogales y falsas acacias, y también pueden nidifica en construcciones.

Esos nidos que se avistan en este periodo invernal están vacíos y las avispas nunca vuelven reutilizarlos, indica el Ayuntamiento que remarca que no conlleva ningún riesgo para la población.

Con el tiempo, debido a que están hechos de celulosa, acaban deshaciéndose, por lo que ni siquiera es necesario retirarlos en esta época del año. Por tanto, se puede decir que son nidos de la temporada anterior que, en el caso de este año, han aumentado en número debido a las suaves temperaturas del invierno.

El Ayuntamiento de Iruñea ha retirado durante los meses de junio y julio los nidos primarios de avispa asiática, más accesibles; y a partir de septiembre, los nidos secundarios que se han podido localizar y a las que se ha podido acceder, ya que se ubican a mayor altura y es necesario un camión o una grúa para recogerlos.

Se procede a su eliminación si se detecta alguno en el casco urbano para evitar picaduras, según señala el Consistorio que agradece la colaboración ciudadana para detectar e inventariar los nidos y, así, disponer de información sobre la evolución de la especie.

Su incidencia sobre la población es similar al avispón común europeo o la avispa común, es decir, no ataca al ser humano si no es por molestia, y si se produce el ataque no va más allá de una reacción antihistamínica normal, salvo para las personas especialmente sensibles o con problemas de alergia a los himenópteros.

Los esfuerzos por erradicar la avispa asiática se deben, principalmente, al impacto ecológico que produce, ya que se trata de una especie exótica predadora de la abeja productora de miel y también de otros polinizadores. Su presencia tiene por tanto también un impacto socioeconómico al incidir sobre el número de las colmenas melíferas.