Una subida especial
En el autobús los compañeros me comentaban en broma que no había cogido una escapada y les decía que era el único que apretaba todos los días y ayer hice las dos cosas. La pena es que no nos dejaran más de dos minutos. Era una etapa que se podía hacer fuga grande y que los de la general la dejaran marchar, pero la gente quería guerra. Al ver los que habían entrado con De la Cruz y Landa me imaginaba que no nos iban a dejar mucho porque los de la general tenían que aprovechar la etapa y ha sido una locura.
Al mirar los datos me he quedado asustado. Nunca había sacado tantos vatios de media tantas horas. No se ha parado en ningún momento, de salida a meta se ha ido a tope y esto va a pasar factura a algunos. Con Maté hemos ido con el líder Eiking, que ha empezado muy brusco los Lagos para defender su posición y he preferido seguir a mi ritmo. Los tenía siempre a diez segundos, pero cuando han pasado al grupo de Izagirre y Nieve me he quedado con ellos y ha sido especial subir un final como éste con tantos aficionados del Euskaltel.
Para mí es una satisfacción ver que en la tercera semana sigo bien físicamente por mucho que apriete todos los días. Eso me da moral y me puede venir bien para el futuro.