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La AfD revalida a sus líderes tras celebrar un congreso sitiado por 70.000 antifascistas

La ultraderecha alemana ha renovado a sus líderes en un congreso en Essen, marcado por la presencia de decenas de miles de antifascistas. La AfD se enroca en la defensa del papel de las SS que hizo Krah, motivo por el cual fueron expulsados el grupo de la Eurocámara que lidera Le Pen. 

Choques de policías y antifascistas en Essen, ciuadad que acogió el congreso de AfD. (Henning KAISER | EP)

No habrá cambio de caras en la AfD, el principal partido de la extrema derecha en Alemania. Volverá a estar liderado por Tino Chrupalla y Alice Weidel. Ambos fueron reelegidos por un 82% y un 79% de los votos, respectivamente.

Se trata de un respaldo amplio, si bien no tan rotundo como cabría esperar. Los analistas alemanes lo achacan a cierta frustración sobre los resultados en las europeas donde, a pesar de que han obtenido los mejores resultados de su historia (16% de votos), las encuestas apuntaban a un apoyo muy superior, cercano al 23%.

El congreso filonazi ­–en el que se han reunido 600 delegados de la AfD– se ha desarrollado en la ciudad de Essen en unas circunstancias muy especiales. Esta ciudad apenas tiene 400.000 habitantes y la plataforma Resistencia estimó en 70.000 los manifestantes que acudieron a la localidad a protestar contra este encuentro.

La Policía, además, preveía la llegada de otros 30.000 simpatizantes del partido filonazi.

Las fuerzas de seguridad alemanas han indicado que hubo dos policías gravemente heridos tras ser pateados en el suelo y otros siete agentes heridos. Supuestamente, los causantes de estos ataques eran activistas de izquierda. Varias personas han sido arrestadas.

Además de la renovación de sus líderes, la AfD debía adoptar decisiones sobre su papel en la Eurocámara, donde las declaraciones de uno de sus líderes (Maximilian Krah) blanqueando a las SS obtuvieron como consecuencia la expulsión de la AfD del grupo que compartían con la extrema derecha francesa de Marine Le Pen.

Alternativa por Alemania ha cerrado filas en torno a Krah y optado por mantener una línea revisionista sobre las actuaciones de las SS.