Como ha destacado el equipo de Gobierno, en líneas generales, el proyecto presupuestario para el nuevo año vuelve a apostar por las partidas de carácter social y por la estabilidad en el empleo y los servicios. En concreto, aumentarán las partidas de Ecología Urbana (11,4%), Cultura, Educación y Euskara (3,6%) y Conservación (3,4%).

De cada 100 euros, 89,4 irán a capítulos de personal y gastos corrientes, mientras que para inversiones se reservan 5,6 euros de cada 100, y el resto se destinará a gastos y amortizaciones financieras. Por áreas, las de marcado carácter social concentran el 43% del gasto, muy por delante de las de seguridad (15,9%), recursos humanos (14,3%) o conservación (14,4%).

La concejal de Economía Local Sostenible, Patricia Perales, ha calificado los presupuestos de «realistas» y van a servir para «afianzar las líneas de trabajo comenzadas en 2016».

La edil ha apostado por una ciudad «dinámica, plural, sana, feminista, igualitaria, cómoda para vivir y que garantice todos los derechos de todas las personas».

Perales ha subrayado que se trata de un presupuesto que demuestra que «se puede gobernar sin derroches» y con «sentido común» y ha destacado que en el proceso de negociación del cuatripartito «ha primado la cordura» y que muestran la «capacidad de entendimiento».

Por Geroa Bai, Javier Leoz ha puesto de relieve los incrementos en gastos de personal y gastos de funcionamiento para «atender las necesidades de los pamploneses disminuyendo además la carga financiera y la deuda del Ayuntamiento».

Alberto Labarga, de Aranzadi, ha destacado que «frente al apocalipsis y a las mentiras, este Gobierno aprueba sus segundos presupuestos».

Por Izquierda-Ezkerra, Edurne Eguino ha puesto de relieve el consenso alcanzado entre fuerzas para ofrecer un proyecto «muy elaborado», lo que envía un «mensaje muy positivo para la ciudadanía en cuento a las necesidades de negociación».

En contra de las cuentas se han posicionado UPN y PSN. Por el primer partido, Enrique Maya ha señalado que muestran «la ausencia de un proyecto de ciudad» y las ha calificado de «presupuesto Frankenstein», hechas «a base de retales para seguir manteniendo de acuerdo a las fuerzas del cuatripartito».

Por el PSN, Maite Esporrín ha indicado que «aumentan los gastos de funcionamiento y disminuyen los ingresos corrientes», además de criticar la «nula voluntad de consenso con los grupos de la oposición».