En 2007, con Ryanair operando en Gasteiz, el aeropuerto de Foronda acogió a cerca de 179.000 viajeros. Siete años después apenas volaron 7.000 personas desde la terminal alavesa. La huida de la aerolínea irlandesa, la crisis económica y los recortes impuestos por el PP, que redujo su horario de 24 a 12 horas, pusieron en entredicho el futuro de la infraestructura, que subsiste gracias al tráfico de mercancías. Este es el punto fuerte del aeropuerto que, según los datos publicados ayer por Aena, ha incrementado en un 10,1% las operaciones de carga en lo que va de año.

Como era de esperar, Foronda es uno de los temas estrella de la campaña electoral, y en las últimas semanas se han presentado varias propuestas dirigidas a impulsar su desarrollo. Entre las mismas figura Hegaraba, una iniciativa diseñada por EH Bildu para convertir el herrialde en un centro puntero de tecnología e innovación en materia aeronáutica. Este ambicioso objetivo, que requiere una inversión de seis millones de euros, incluye la apertura de un Puesto de Inspección Fronterizo y la recuperación del H24.

Por su parte, VIA –sociedad participada por el Consistorio, la Diputación y la Cámara de Comercio de Araba– negocia con varias compañías low cost para ofrecer vuelos regulares desde Foronda. Según informó un medio local, el Gobierno foral, en manos de PNV y PSE, ha reservado una partida de 500.000 euros y ha consignado un crédito de compromiso de un millón para seducir a las empresas, entre las que figura Ryanair. Esperemos que las instituciones hayan aprendido de sus errores.