Cuarenta años han pasado del Tres de Marzo que tiñó de rojo sangre las calles de Gasteiz y de rojo de lucha obrera. Hoy, igual que ayer, los empresarios siguen recortando los derechos laborales, los salarios y empeorando las condiciones de trabajo.

Hace cuarenta años, los trabajadores pedían –entre otras– abolir el decreto franquista de topes salariales y la mejora de las condiciones laborales para lo que iniciaron la huelga general, que fue creciendo en su impacto, lo que reventó al Régimen. En concreto, la demanda obrera pedía aumento salarial de 5.000 a 6.000 pesetas (30-40 euros) lineales, conforme al incremento del coste de la vida; jornada laboral de 40 ó 42 horas laborales de trabajo, más un mes de vacaciones, puentes y media hora para el bocadillo. Me suena. Ahora algunos sindicatos reclaman la aplicación de las 35 horas en el conjunto de la actividad, para permitir un incremento del empleo. También exigen que los salarios no estén por debajo de los 1.200 euros.

Ayer, hoy y mañana la lucha va unida a la clase trabajadora. Porque la realidad demuestra que los altos responsables de las compañías siguen elevando sus sueldos con la explotación de la clase trabajadora. Recuerdo y consideración a los asesinados: Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo. Bienvenido Pereda, José García Castillo, y Vicente Antón Ferrero, muerto por la Guardia Civil en Basauri en la huelga general masiva. Espero que vuestras muertes, y otras más, sigan activando la lucha obrera.