Martin Garitano
Periodista
IKUSMIRA

No me gusta el fútbol

Si hubiera que empezar por una confesión, reconocería que no me gusta el fútbol. Ni mucho ni poco. Nada.

Pero si en este entorno en el que nos ha tocado vivir, hubiera que ser aficionado, me confieso hincha del Athletic. Será por los años de juventud disfrutados en el Botxo, por los sentimientos allí vividos. O será porque tuve la suerte de asistir en dos ocasiones al espectacular recibimiento a la gabarra. Y hoy mismo volvería a aplaudir y corear con esa magnífica afición a las chicas que se han alzado con el triunfo en la Liga. Pero como no hay gabarra, no voy.

Lo de la ofrenda a la amatxu de Begoña, por chirene, lo paso por alto porque hay que ser del mismo Bilbao para entender acto tan estrambótico. Y las recepciones institucionales, pues muy bien.

Pero todavía no he escuchado ni leído una explicación, por ridícula que fuera, que justifique que se niegue a las chicas lo que se concede a los chicos. Y, aunque resulte doloroso para los seguidores que tantos ejemplos de dignidad y deportividad han ofrecido, hay que poner negro sobre blanco que el Athletic es hoy ejemplo de carcundia y cutrez.

Los balbuceos del presidente para que no se le entendieran las palabras con que pretendía argumentar, el intento de fuga del alcalde, chutando el balón hacía San Mames Barria y la interpelación de la directora de Emakunde –del mismo partido político que los dos anteriores– conforman un espectáculo penoso que Bilbao no se merece.

Está escrito que no me gusta el fútbol pero, sobre todo, no me gusta que mi Athletic discrimine a las mujeres. Lo dicho, una cutrez.