25 JUN. 2016 GRAN BRETAÑA DECIDE SALIR DE LA UE Reacciones disonantes en una UE noqueada y sin plan B tras el «Brexit» Dabid LAZKANOITURBURU Tras la humillación, las reacciones. Y a tenor del divergente coro de voces que se escuchó ayer, la UE confirmó no ya que es incapaz de impulsar un proceso de construcción europea coherente sino que ni siquiera prevé una posición común ante uno de los dos escenarios a los que aboca todo referéndum: en este caso el de la derrota. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró ocurrente ayer que «es un momento histórico, pero no es el momento para una reacción histérica. El mismo ex primer ministro polaco que hace una semana auguraba que el «Brexit» sería «no solo el inicio de la destrucción de la UE, sino de la civilización occidental».Paralizado, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, respondía con un lacónico «no» a la pregunta de si estamos ante el principio del fin, tras lo que se apresuró a abandonar la sala de conferencias. El presidente del Parlamento de Estrasburgo, Martin Schulz, trató de levantar los ánimos al prometer que «la reacción en cadena que prometen los euroescépticos no tendrá lugar». Negociaciones «inmediatas»Schulz, Juncker y Tusk emitieron un comunicado en el que exigieron a Londres que notifique formalmente cuanto antes la decisión de salir de la UE al Consejo Europeo para reducir la incertidumbre creada por un resultado –el «exit»– no previsto hasta la fecha. La UE de repente tiene prisa y los seis países fundadores (Alemania, Francia, Holanda, Luxemburgo, Bélgica e Italia) reunen hoy en Berlín a sus ministros de Exteriores. La canciller alemana, Angela Merkel, que se limitó ayer a reconocer un «duro golpe al proceso de unificación europea» y abogó por mantener la calma, ha convocado una minicumbre el lunes con sus homólogos italiano y francés en la víspera de la cumbre de la UE post-«Brexit». Mientras la prensa se hacía eco del enésimo plan franco-alemán para resucitar a una UE poco menos que moribunda, el denostado presidente francés, François Hollande, alertaba del riesgo de «los extremismos y populismos» e instaba a los socios de la UE a que ahora se concentren en «lo esencial», que agrupó en cuatro epígrafes: seguridad, inversión, armonización fiscal y social, y el refuerzo de la zona euro y de su gobernanza democrática.Convaleciente a su vez de una derrota sin paliativos en las municipales italianas, el primer ministro, Mateo Renzi, instó a reformar «la casa de todos». Cuando su propia reforma pende de un hilo ante el referéndum que ha prometido convocar en octubre de este año.Similares apelaciones al cambio en las que coincidieron buena parte de los líderes estatales europeos, desde Bélgica a la República Checa, pasando por Polonia. Pareciera que el Brexit les ha convertido en adalides de la reforma. El problema es qué reforma y hacia dónde.El todavía presidente español, Mariano Rajoy, tiene clara la fórmula involucionista: convocar referendos es un peligro. Y eso que, para su titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, el «Brexit» ha «acercado la bandera española a Gibraltar»- El cierre de semejante coro de voces lo puso el primer ministro búlgaro, Boiko Borissov, quien auguró que, a este paso, «una vez lanzado el efecto dominó, solo Bulgaria, Rumanía y Grecia seguirán (en la UE)». La extrema derecha europea canta victoria y quiere más consultas «¡Victoria de la Libertad! Como llevo exigiendo desde hace años, hay que convocar un referéndum similar en Francia y en el resto de países de la UE», declaró eufórica la presidenta del Front National, Marine Le Pen, en Twitter. «El 23 de junio de 2016 pasará a la Historia como el día de la independencia de Gran Bretaña. La élite eurófila ha sido vencida. Los británicos muestran a Europa el camino a la libertad», coincidió el líder holandés de extrema derecha, Geert Wilders, quien reclamó un referéndum sobre el «Nexit». «Queremos tener nuestro propio país, nuestras fronteras, nuestra moneda y nuestra propia política de inmigración», reivindicó el diputado de la formación, favorita para las elecciones de 2017 tras el «No» holandés en referéndum al tratado de asociación con Ucrania. Desde Italia, Mateo Salvini, líder de la xenófoba Lega Nord, saludó el «coraje de los ciudadanos libres» británicos, a quienes dio las gracias. «Ahora nos toca a nosotros», añadió en Twitter. El Partido Popular Danés que pide un referéndum no sobre la salida sino sobre una nueva relación menos estrecha con la UE. La nueva derecha de Alternativa para Alemania (AfD) instó a la UE a variar el rumbo para evitar nuevos «exit». El partido polaco en el poder, Ley y Justicia, urgió a devolver más soberanía a los estados miembros.GARA Trump celebra el resultado como un aval a su candidatura El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, repitió una y otra vez los epítetos de «fantástico» y «extraordinario» para calificar a victoria del «Brexit». Con motivo de la inauguración de un complejo de golf de su propiedad en Escocia, Trump no dudó en ver paralelismos con su campaña electoral. «La gente está enfadada en todo el mundo y con muchas cosas», resumió. Su rival, Hillary Clinton, hizo lo propio al apostar por la «necesidad de un liderazgo calmado, firme y con experiencia en la Casa Blanca». Obama, adalid contra el «Brexit», se limitó a tomar acta. PUTIN El presidente ruso, Vladimir Putin, señaló a preguntas sobre el resultado del referéndum que es un asunto interno británico, pero reiteró que a Rusia le interesa una UE «floreciente, estable y previsible» en cuanto socio económico importante.