05 JUL. 2016 GRAN BRETAÑA DECIDE SALIR DE LA UE «Misión cumplida»: Farage deja el liderazgo del ultra UKIP y se va a casa El terremoto Brexit sigue provocando réplicas. Con el partido conservador buscando sucesor para Cameron tras la renuncia del eurófobo Boris Johnson, y con los laboristas en medio de una crisis de liderazgo sin precedentes, Nigel Farage anunció que lo deja. Pero, diferencia sustancial, se va tras lograr su sueño: sacar a Gran Bretaña de la UE. Dabid LAZKANOITURBURU La política británica sufrió ayer una nueva sacudida con el anuncio por parte de Nigel Farage de que dimite al frente del partido eurófobo y xenófobo UKIP: «Mi objetivo de salir de la UE se ha logrado (...) He cumplido mi misión», señaló el dirigente ultra, de 52 años de edad. «Durante la campaña, declaré que quería recuperar mi país. Ahora, digo que quiero recuperar mi vida», añadió Farage, quien cofundó el UKIP (Partido para la Independencia del Reino Unido) y que ya en 2009 y en 2015 presentó su dimisión para dar finalmente marcha atrás. «Vine del mundo de los negocios porque pensaba que nuestra nación debía autogobernarse, pero nunca he sido ni he deseado ser un político de carrera», señaló Farage, eurodiputado desde 1999 y cuya campaña xenófoba, incluso estéticamente nazi, contra los refugiados, fue a la postre decisiva para la victoria del Brexit. Vaticina «grandes días» Farage señaló que continuará apoyando al partido y a su nuevo líder –que se conocerá antes del congreso de setiembre– y prometió que vigilará «de cerca» el proceso de negociación con Bruselas y seguirá interviniendo de vez en cuando en el Parlamento de Estrasburgo. El dimisionario líder del UKIP auguró que su partido «vivirá días todavía mejores» y, pese a insistir en que el futuro primer ministro británico debería salir del sector pro-Brexit conservador, se negó a mostrar preferencias. «No voy a condenar a nadie ofreciéndole mi apoyo ahora», señaló irónico Farage. Conservador hasta la médula Nacido en 1964 en el sur de Londres, Farage fue militante del Partido Conservador hasta que el primer ministro John Mayor firmó en 1992 el Tratado de Maastricht, para ira de los sectores thatcherianos y euroescépticos. Partidario de menos Estado, bajos impuestos y «libre mercado», dejó la City, donde era inversor en el mercado de los metales y donde «podría haber hecho mucho dinero». Tras fundar el UKIP nunca pudo lograr un asiento en los Comunes –debido al sistema electoral ultramayoritario, ya que en las últimas elecciones de 2015 logró el 13% de votos–. Pero lo suplió en 1999 logrando un escaño en el «corazón de la bestia», en el Parlamento de Estrasburgo. Nostálgico confeso de Hitler en su adolescencia, abierto racista y repleto de fobias, Farage sobrevivió milagrosamente a dos accidentes (de tráfico, cuando tenía 20 años, y de aviación, en plena campaña en 2010) y a un cáncer de testículos. Más allá de las secuelas (entre ellas, la amputación de una pierna), nada ni nadie ha podido con Farage, que, en palabras de su compañera, «fuma y bebe demasiado». «Nigel», para sus seguidores, se reía de los médicos mientras hacía campaña bebiéndose una pinta y fumándose un puro en el pub. «Británico del año 2014» por el “Times”, nadie ha podido con Farage. Solo su mayor victoria. Osborne planea una economía post-Brexit con un impuesto de sociedades de mínimos El ministro británico de Finanzas, George Osborne, quiere aprovechar el desconcierto tras el voto a favor del Brexit para reducir drásticamente el gravamen a las empresas. Ante los desafíos del Brexit, Gran Bretaña necesita «una economía supercompetitiva», señaló en entrevista con “Financial Times”. Para ello, «qué mejor» que profundizar en las políticas insolidarias neoliberales, reduciendo el impuesto de sociedades. Su objetivo es reducir por debajo del 15%, frente al 20% actual, el impuesto de sociedades. El Tesoro ya se había marcado reducir el gravamen a los beneficios empresariales al 17% de cara al 2020. Pero Osborne quiere ir más allá para que su país «siga abierto a las empresas». De este modo, Gran Bretaña pasaría a contar con el menor gravamen empresarial entre las principales economías mundiales y se acercaría al tipo del 12,5% aplicado en la vecina Irlanda. Tras estar ausente los tres días posteriores al referéndum, este ferviente defensor de la peculiar presencia británica en la UE ha multiplicado sus apariciones públicas en plena pugna por la sucesión del premier, David Cameron. Tras su catarata de anuncios sobre la necesidad de impulsar políticas de austeridad, su entrevista con “Financial Times” puede significar que Osborne quiere mostrar que sigue al timón de «un navío británico en plena tempestad» y, a la vez, mostrar los contornos de lo que podría ser la economía británica post-Brexit: un proyecto todavía más neoliberal y escorado aún más a la derecha. Que Dios les coja confesados a los obreros que votaron Brexit.D.L. Los tories escoceses asumen un 2º referéndum de independencia La líder del Partido Conservador en Escocia, Ruth Davidson, reconoció que Londres no puede negarse a un segundo referéndum de independencia porque con el triunfo del Brexit las circunstancias han cambiado. «Constitucionalmente, el Gobierno británico no debería bloquearlo», señaló Davidson a la BBC. Eso sí, y en clave política de su partido, reiteró que hará campaña para que no se repita y, en caso contrario, abogará por mantener las relaciones con «el mayor mercado y el mejor amigo de Escocia: Reino Unido». La ministra principal de esta región británica, Nicola Sturgeon, valoró lo que calificó como «una concesión significativa de los conservadores escoceses», ya que, recordó, hace apenas dos meses, en las elecciones escocesas, se oponían a un segundo referéndum.GARA CONSERVADORES Los tories eliminarán hoy al primero de los candidatos a suceder a Cameron. El ministro de Justicia, Michael Gove, el exministro de Defensa, Liam Fox, y la desconocida Andrea Leadsom eran pro-Brexit. Stefan Crabb y la ministra de Interior defendieron a la UE con dispar entusiasmo. CORBYNLa diputada laborista Angela Eagle anunció ayer su intención de disputar el liderazgo del partido a Jeremy Corbyn, cuestionado por el grupo parlamentario pero con amplios apoyos entre las bases y los sindicatos. «Lo haré si Jeremy no toma una decisión pronto», amagó. EL ARTÍCULO 50 DE LA UEUn despacho de abogados, Mishcon de Reya, ha iniciado acciones legales para impedir que sea el Gobierno el que invoque el artículo 50 del Tratado que iniciaría el proceso de retirada. Considera que debe ser el Parlamento el que lo haga. Gove habla de retrasarlo hasta 2017.