Amaia U. LASAGABASTER
DERBI COPERO EN IPURUA

Bolo con premio histórico y damnificados

El Eibar disputará por primera los cuartos de final dela Copa tras eliminar a Osasuna. Los azulgranashicieron valer su ventaja de la ida para sellar laclasificación en un encuentro soporífero.

EIBAR 0

OSASUNA 0

Al derbi de octavos le sobraron noventa minutos. Ni la motivación por hacerse hueco en el once liguero, ni las exiguas posibilidades de carambola fueron suficientes para avivar el soporífero encuentro de vuelta, que podía haber pasado perfectamente por un bolo veraniego. Con la diferencia de que, además de damnificados, el partido de Ipurua se saldó con una recompensa histórica.

Por quinta ocasión en sus 77 años de vida, el Eibar ha disputado los octavos de final de la Copa. Y por primera vez, los ha superado, con lo que hoy será uno de los ocho equipos con bolita a su nombre en el bombo. Otro «paso», reconocía José Luis Mendilibar, dentro de la considerable colección que viene acumulando el club azulgrana en los últimos años, aunque el técnico no ha ocultado en ningún momento su principal objetivo en el torneo, que pasa por dar minutos y tener vivos a los futbolistas que menos están participando en Liga. El problema es que, en un mes tan cargado como enero y con muchos puntos todavía por conseguir, la Copa está a punto de pasar de oportunidad a incordio. A un par de lesionados de distancia, aproximadamente. Y ayer cayó otro. Por lo menos. David Juncà, que tras chocar con Javi Álamo, tenía que abandonar el césped a los diez minutos de partido, con un tobillo dañado. Habrá que esperar al parte médico para certificar si se trata de algo más que molestias pero también Fran Rico se retiró dolorido en la segunda parte. Osasuna tampoco se libró; tanto que estuvo a punto de acabar sin portero. Nauzet, que regresaba al once tras seguir el partido del Valencia desde el banquillo, se retiró al filo del descanso tras lesionarse el hombro derecho en un choque con Nano. Y ya en la recta final del choque, fue Mario el que sufrió una entrada fuera de lugar de Escalante, que condenó al guardameta terminar el encuentro con problemas.

Lamentablemente, a falta de emoción sobre el césped, fueron las incidencias las que pusieron la sal y la pimienta de la noche. Y no sólo las médicas. En el primer tiempo, miembros de las peñas eibarresas «Eskozia la Brava» y «Gazte Armagina» abandonaron sus asientos tras mantener una discusión con los empleados de seguridad y desplegar dos pancartas en las que podía leerse «Vendidos por publicidad» y «Publizitatea zaletuen aurretik», a los gritos de «directiva, dimisión». Posteriormente volvieron a ocupar sus localidades. El club emitió una nota lamentando la situación vivida, pidiendo disculpas al resto de aficionados y explicando que ha mantenido reuniones con las peñas a lo largo de los dos últimos meses en busca de un acuerdo para encontrar el lugar idóneo para la colocación de las pancartas, foco del conflicto.

Poco y nada

Mientras tanto, el partido se jugaba, o algo así. Al menos servía para que los entrenadores experimentasen. Petar Vasiljevic con un once completamente diferente al que se enfrentó al Valencia –y que le dejó satisfecho en parte, al menos porque regresó a casa con la portería inmaculada– y cambio de dibujo incluido, y José Luis Mendilibar con ocho cambios en el suyo. Y también sistema alternativo, con tres hombres en el centro del campo, lo que posibilitó el debut oficial con el primer equipo de Imanol Sarriegi.

Si los rojillos se consolaron con haber dejado la puerta a cero, los locales lo hicieron con haber sido superiores, que lo fueron, y monopolizado los escasísimos disparos a puerta. Y sobre todo, claro, con su futuro asegurado en el torneo.

 

Mendilibar apuesta por otro derbi; Vasiljevic por «seguir creciendo»

Pocas vueltas le dieron José Luis Mendilibar y Petar Vasiljevic al partido que, realmente, no dio para mucho. Ambos se centraron en otros aspecto más relevantes, como el futuro azulgrana en el torneo o las esperanzas de los rojillos.

«El 0-3 de la ida ha marcado todo, para ellos y para nosotros. Ellos creo que han dado por perdida la eliminatoria, nosotros tampoco nos hemos metido con esas ganas al partido... así ha resultado el partido, planito», resumió el técnico local, que de hecho lo acabó considerando «el entrenamiento fuerte» de esta semana. Lo peor, claro, las lesiones. De Juncá, que «tendrá algo, porque no es un jugador que se queje y ha notado un chasquido» en el tobillo, y de Rico, que «lleva tiempo con molestias y habrá que ver». Y lo mejor, indudablemente, la histórica clasificación para cuartos. En los que Mendilibar espera disputar otro derbi, principalmente por una cuestión práctica. «Quiero un viaje corto, que te permite hacerlo todo en el día y tampoco te trastoca los entrenamientos de la semana», argumentó.

Vasiljevic, por su parte, destacó que Osasuna había cumplido uno de sus objetivos, «dejar la portería a cero, es lo más positivo. En este aspecto estoy muy contento, sobre todo por el trabajo que ha realizado el equipo». Por contra lamentaba, lógicamente, las lesiones de sus porteros, aunque reconocía que «hay que apechugar con lo que viene». Destacó, por último, que «estamos cogiendo aspectos tácticos, en una transición, en un trayecto para seguir creciendo y creyendo».A.U.L.