Natxo MATXIN
COPA ÁFRICA

Más candidatos que favoritos

La anfitriona Gabón y Guinea-Bissau abrirán un torneo que cumple seis décadas y que durante la siguiente estará patrocinado por una importante firma petrolera. Futbolistas como Aubameyang, Mahrez o Mané pugnarán por ser el mejor jugador del continente africano.

La Copa de África cumple seis décadas de existencia con una edición que se inicia hoy en el Estadio de Angondjé, en Libreville, capital de Gabón, país que acogerá este torneo continental, después de que Libia renunciase a su organización en agosto de 2014. Mediatizado por conflictos bélicos, racistas y sanitarios a lo largo de su existencia, este campeonato busca, pese a la escasa idoneidad de sus fechas, abrirse camino entre los grandes eventos deportivos del año y, para ello, ha logrado el patrocinio de una importante firma petrolera francesa, que multiplicará los premios e intentará darle mayor visibilidad.

Como es costumbre, los anfitriones estrenarán la competición, en este caso frente a la en principio débil Guinea-Bisau. Lideradas por la emergente estrella del Dortmund, Emerick Aubameyang, y dirigidas por el que fuese técnico rojillo José Antonio Camacho, las panteras son uno de los favoritos al título, no en vano la estadística certifica que en una de cada tres ocasiones vencen los organizadores del torneo.

Tendrán que exprimirse a fondo para derrocar del trono a Costa de Marfil, que aspira a reeditar el triunfo que tanto le costó alcanzar en 2015, con una de las plantillas más equilibradas en todas sus líneas. Futbolistas como Bailly, Aurier, Kessié, Bony o Kalou deberán hacer olvidar las ausencias de los hermanos Touré y Gervinho.

Claro que si hablamos de aspirantes, ahí debemos colocar a Ghana, cuatro veces campeona y semifinalista en las cinco últimas ediciones, aunque no se encuentre en su mejor momento de forma, como lo atestigua no haber ganado ninguno de sus cinco últimos encuentros oficiales. La grullas, comandadas desde el banquillo por el exChelsea y West Ham, Avraham Grant, recuperan a los hermanos Ayew y al veterano Asamoah Gyam.

Pese a acudir lastrada por una larga lista de bajas –Matip, Choupo Moting, Nyom u Onana, que han preferido quedarse en sus respectivas ligas–, sus también cuatro entorchados colocan a Camerún en el mismo grupo que los anfitriones, como una de las candidatas a reverdecer laureles. Aboubakar –sigue siendo una pesadilla para las defensas, ahora con la camiseta del Besiktas–, N`Koulou y Njie deberán llevar el peso de los leones indomables.

Argelia y Senegal, alternativas

Argelia y Senegal, ambas en el grupo B, son las grandes tapadas de esta cita. Si consiguen superar su irregularidad y problemas defensivos, los norteafrica- nos son un adversario temible por la enorme pólvora que tienen en un ataque que lidera el considerado mejor futbolista africano del año pasado, Ryad Mahrez. Por su parte, los de Aliou Cissé son la gran promesa del torneo con jugadores tan emergentes como Mané, Koulibaly, Mbodji, Ndiaye, Diouf y el periquito Diop.

Completan el ramillete de opciones la laureada Egipto, ahora dirigida por Héctor Cúper y con el rapidísimo Saha como abanderado de lujo, y, algo más distanciados, Congo y Marruecos. Este último, tirando de chequera, tendrá en su banquillo a Hervé Renard, ganador en 2015.