Natxo MATXIN
Athletic

El gris foráneo no impide que se acabe sumando un punto

El desacierto local e Iraizoz impidieron que los leones volviesen de vacío, aunque a Raúl García le anularon un gol que pudo ser legal.

LEGANÉS 0

ATHLETIC 0

 El Athletic no carbura en Liga lejos de San Mamés. Evidentemente, en cuanto a resultados –sexto encuentro consecu- tivo fuera sin ganar–, y también en lo que se refiere a juego, especialmente rácano en la creación ofensiva. Leganés confirmó esa dinámica, pese a lo cual, los rojiblancos consiguieron traerse un punto, que puede considerarse bueno, una vez vistos los méritos de unos y otros sobre el duro césped de Butarque.

Una superficie en la que los pupilos de Ernesto Valverde no estuvieron nada cómodos, especialmente durante la primera parte, mientras que los anfitriones se aclimataron a la perfección, con un estilo de fútbol simple y que a punto estuvo de convertirse también en efectivo, de no ser por su candidez en los metros finales.

La escuadra vizcaina, que saltó con un plan inicial poco acorde a las condiciones del terreno de juego, se vio desbordada, sobre todo en los primeros compases del choque, con un Darwin Machís que fue una auténtica pesadilla por el costado derecho de la adelantada defensa vasca, cuya espalda fue superada una y otra vez. Solo la escasa puntería del venezolano y la buena actuación de Iraizoz impidieron que se mancillase la portería rojiblanca.

Paradójicamente, en ese mal inicio fue cuando se vivió una jugada clave para los intereses del Athletic. Corría el minuto 7 y un medido balón interior de San José fue aprovechado de manera eficaz por un Raúl García al que se le señaló agarrón sobre su marcador, en lo que pareció más una pugna habitual dentro del área. Difícil adivinar qué habría sucedido si el 0-1 hubiese subido al electrónico.

En todo caso, fue un lance suelto dentro de un mar de imprecisiones, en especial a la hora de salir con el esférico controlado y de no encimar al rival en medio campo, donde Timor o Gabriel siempre tuvieron tiempo para pensar y poner el balón en buenas condiciones, sobre todo por el carril izquierdo. El sufrimiento de Lekue, más asistido tras el descanso, fue patente en estos primeros cuarenta y cinco minutos.

Ni San José, sustituido en el receso, ni Iturraspe consiguieron en ningún momento hacerse con el control en la medular, impotentes al ver cómo los balones pasaban por encima de sus cabezas en un juego directo que los de Asier Garitano supieron interpretar a las mil maravillas. Y las escasas oportunidades en las que el cuadro vasco conseguía enlazar –el poco peso ofensivo de ese primer tiempo se volcó sobre el lado derecho– se transformaron en asistencias muy poco afortunadas.

Fase más trabada

De un primer periodo en el que primaron los acercamientos a ambas áreas se pasó a un segundo mucho más controlado, de mayor centrocampismo, trabado por las continuas faltas y sin chispazos que destacar. Un ritmo de juego lento, e incluso cansino, muy lejos de la idea futbolística en la que más cómodos se encuentran los de Valverde que, al menos, consiguieron equilibrar las cosas, aunque sin llegar a imponer su estilo.

De hecho, el Athletic siguió sufriendo a intervalos, aunque Machís hacía tiempo que se había apagado –no le sentó nada bien pasarse a la derecha– y los centrocampistas locales ya no se encontraban tan cómodos. La entrada de Beñat para intentar llevar la manija surtió efecto, por los menos en los primeros compases de la reanudación, si bien luego se fue diluyendo. Mientras el de Igorre tuvo ocasión de sobar el balón, el conjunto vizcaino mejoró sus prestaciones y tanto Balenziaga con una falta lejana que a punto estuvo de sorprender a Champagne, como Susaeta, con un disparo duro pero centrado, plasma- ron esa positiva fase.

Sin embargo, los leones volvieron a bajar el pistón conforme se acercaba el pitido final y estuvieron en un tris de volverse de vacío a Bilbo. Un cabezazo en plancha de Víctor Díaz que se marchó rozando la escuadra ya debió ponerles las orejas tiesas a los rojiblancos, pero ni por esas. Tampoco les espabiló la primera colada con fundamento de Szymanowski –relevo del lesionado Omar Ramos–, a cuyo centro le faltó un palmo para que llegase Guerrero a empujar a la red. El Athletic jugaba con fuego y a punto estuvo de quemarse.

Tanto, que a falta de cinco minutos para el final, en su intento de despeje de un saque de esquina, fue Laporte quien cabeceó forzado, pero en dirección contraria. El palo evitó que el balón besara las mallas cuando Iraizoz ya estaba completamente batido. Y aún dispuso el Leganés de una última ocasión para quedarse con los tres puntos, cuando de nuevo Szymanowski se edificó una pared con un compañero para plantarse ante Iraizoz y sacar este la pelota con el pecho.

No resultó extraño, pues, que Valverde reconociese minutos después y con cierta sorna que lo mejor había sido «el empate y que acabase el partido». Mimbres tiene de sobra, pero mucho tendrá que mejorar el Athletic a domicilio para variar su errática trayectoria lejos de San Mamés.

 

«No nos hemos adaptado al partido ni a la situación»

Ernesto Valverde lo tuvo clarísimo a la conclusión del choque. «No nos hemos adaptado al partido ni a la situación. Ellos han tenido más ocasiones que nosotros, pues nos ha costado aclimatarnos al terreno de juego, que estaba duro y botón. Queríamos salir jugando el balón, pero no ha habido fluidez», analizó el técnico rojiblanco.

«El campo estaba más para presionar que para jugar y eso el Leganés lo ha entendido a la primera. Tampoco digo que era un patatal, que no quiero que se me enfaden los que lo cuidan. Nos ha faltado profundidad, sobre todo en primer tiempo, y capacidad para jugar más rápido con nuestra línea de arriba, especialmente con jugadores como Williams», amplió.

El de Viandar de la Vera reconoció que Machís se había quedado cuatro veces mano a mano con Iraizoz «y eso no es normal», aunque disculpó a su marcador, Lekue, porque «lo hemos metido en el once un poco con calzador», de ahí que «no le terminase de cerrar el espacio» al venezolano, que «le sorprendía mucho con sus entradas».

Del mismo modo, respondió con cierta dosis de humor al ser interpelado por la reciente trayectoria foránea del equipo con un «nos estamos reservando para la segunda vuelta». «Es cierto que se trata de un punto insuficiente para lo que queremos y que lo mejor no son dos empates consecutivos, porque si pretendemos reforzar nuestra posición en puestos europeos, lo ideal es sumar de tres en tres», matizó el preparador del Athletic.

Cristalino fue también Eneko Bóveda, quien admitió que «nos equivocamos en la primera parte al jugar en corto, nosotros mismos nos hemos creado ocasiones en las que estábamos vendidos porque estuvimos desacertados con el balón». N.M.

 

Solo ocho puntos sumados lejos de San Mamés

El Athletic sigue siendo uno de los equipos que menos puntos ha logrado fuera de casa, ocho hasta el momento. Para hacerse una idea, el Valencia, que roza el descenso, ha sumado los mismos.

 

Aduriz y Beñat no podrán jugar frente al Atlético

Aduriz y Beñat vieron su quinta amarilla en Butarque y no podrán jugar contra el Atlético en San Mamés. Dos bajas muy importantes para el esquema habitual de Ernesto Valverde.