Comienza la carrera sucesoria en el PSOE. Después de tres meses con la Gestora al mando y una abstención que permitió a Mariano Rajoy seguir en la Presidencia del Gobierno español, Ferraz ya tiene fecha para primarias y congreso, aunque sea provisional. El cónclave será los días 17 y 18 de junio, como planteaba la dirección temporal. Tras el Comité Federal de ayer, comienza el baile de nombres. El primero que se postula es el exlehendakari Patxi López, que hoy ofrecerá una rueda de prensa para anunciarlo. Falta saber si lo harán Susana Díaz y Pedro Sánchez. Aunque es previsible que la lista perjudique más al antiguo jefe de Ferraz que a la lideresa andaluza, ya que ambos defendieron el «no» a Rajoy.

No dio pistas López ni al acceder al Comité Federal ni en su interior, donde ni siquiera tomó la palabra. En la entrada esquivó las preguntas sobre si no descartaba presentarse asegurando que esa era una interpretación de los periodistas. Un poco de tensión narrativa en un momento en el que, previsiblemente, tenía tomada una decisión, ya que por la tarde empezó a llamar a los «barones» para anunciarles su candidatura, según confirmó Europa Press.

Cinco votos

Al contrario que en los anteriores comités federales, el ambiente era frío. En el exterior, apenas una decena de militantes exigía primarias sin mucho convencimiento. En realidad, el que tiene las llaves de la sede es el que manda y, por mucha contestación interna que se venda, desde la dimisión de Sánchez el 1 de octubre, la Gestora marca la hoja de ruta. De hecho, ayer ni siquiera hubo una votación stricto sensu, sino que se anunció que solo se habían producido cinco votos contra el plan de Javier Fernández.

Antes, el líder de la Gestora hizo balance de los últimos tres meses. Por un lado, apeló a la «lealtad», marcando el terreno a los «sanchistas» y circunscribiendo el marco ideológico a las cuatro paredes de Ferraz. Por otro, asumió la debilidad del PSOE, defendió la abstención que permitió a Rajoy seguir en La Moncloa, pero quiso ubicarse en la oposición, aunque reivindicó que su formación está en el centro de cualquier combinación para gobernar. Por último, dejó claro que la cuestión en la que no está dispuesto a moverse ni un milímetro es el derecho a decidir. «Lo que preocupa es el paro, pero lo que nos divide es el modelo territorial», afirmó, rechazando procesos como el catalán o el escocés («no queremos una Europa neomedieval, que aparezcan reinos, principados o repúblicas aristocráticas, se llamen Flandes, Escocia, Catalunya, Valonia o Venecia», dijo).

Asumida la derrota de los críticos, al menos hasta el congreso, sus principales representantes llegaron en son de paz. Miquel Iceta anunció que un miembro del PSC se integrará en la Gestora y que sus militantes quieren votar en las primarias. Idoia Mendia criticó las fechas congresuales, pero las acató. Y los antaño fieles a Pedro Sánchez buscaron un perfil bajo, conscientes de que ahora mandan otros. Por cierto, que líderes como Susana Díaz o Guillermo Fernández Vara aprovecharon para ajustar cuentas con el ex secretario general, desacreditando sus resultados electorales o calificando de «excesos» su gestión. Habrá que ver si las tensiones se mantienen hasta las primarias de mayo. Eso si Sánchez se presenta.