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jerusalén

Fuerzas israelíes matan a un beduino en otra operación de demolición de viviendas

La operación de demolición de viviendas beduinas en la localidad de Uhmm al-Hiran, en el desierto del Neguev, acabó con la muerte de uno de los residentes y de un policía israelí.

La política israelí de demolición de aldeas beduinas en el desierto del Neguev acabó ayer con la muerte de un palestino y de un policía israelí. Un despliegue policial masivo en Uhmm al-Hiran precedió a la demolición de varias viviendas beduinas en una de las localidades más simbólicas del conflicto por la tierra entre el Estado israelí y la comunidad beduina del Neguev.

Vecinos y asociaciones palestinas relataron que Yacub Musa Abu al-Quiyan, padre de familia numerosa y propietario de uno de los edificios a demoler fue objeto de los disparos de los policías cuando conducía su vehículo, por lo que perdió el control y se precipitó contra los agentes israelíes. Un vídeo grabado desde un helicóptero policial muestra al vehículo avanzar lentamente y acelerar durante unos metros después de lo que parecen ser disparos hasta alcanzar a los policías.

La versión policial aseguró que el beduino lanzó su vehículo contra los policías causando la muerte de uno de ellos y estos respondieron matando al supuesto atacante, llegando a sugerir una posible vinculación al Estado Islámico». «La versión israelí es una mentira. Era un profesor respetado. Llegaron y comenzaron a disparar indiscriminadamente balas de goma, gases lacrimógenos y bombas de sonido hacia la gente, llegando a herir al diputado Ayman Odeh, que intentaba hablar», denunció Raed Abu al-Quiyan, responsable de un comité local.

Las excavadoras demolieron seguidamente cuatro edificios protegidas por la Policía, que causó numerosos heridos entre los habitantes. En Umm al-Hiram viven varios cientos de beduinos en modestas casas de una sola planta. Sus habitantes son expulsados de sus tierras ancestrales desde la creación de en 1948 del Estado de Israel, que no reconoce siquiera su existencia, al igual que docenas de otras comunidades de beduinos.

Sobre ellas quiere levantar viviendas para la comunidad judía, en una política calificada de «racista» por la asociación Adalah, de defensa de la población palestina israelí.

El Gobierno israelí aprobó en 2013 la construcción de dos nuevas localidades en lugar de esta aldea beduina y el Tribunal Supremo israelí aprobó la expulsión de su población.

Cerca de 300.000 beduinos vivien en Israel en una situación de extrema pobreza, sin acceso a las redes de agua y energía, y la mitad de ellos bajo la amenaza constante de demolición de sus viviendas. Muchos muestran su determinación a permanecer en sus tierras levantándolas de nuevo decenas de veces.

Los derribos de ayer se producen en un contexto en el que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, quiere compensar a los colonos y a su representación en el Gobierno por verse forzado a desmantelar la colonia ilegal de Amona, en Cisjordania.

Huelga general hoy

La pasada semana procedieron a la mayor operación de demolición en mucho tiempo, derribando once edificios en la ciudad palestina de Qlansuwa, y el martes continuó en Qaladiya.

La OLP denunció la política de «racismo, limpieza étnica y evacuación de los indígenas palestinos de sus tierras en un desesperado intento de judaizar el país». Por su parte, el Comité Superior Árabe llamó a los palestinos con ciudadanía israelí a una huelga nacional hoy, en la que está previsto que se cierren los negocios, pero que los niños acudan a tres horas de clase para aprender sobre demoliciones.

Enésimo acuerdo de Gobierno de unidad

Los principales partidos palestinos han anunciado haber alcanzado un acuerdo para la formación de un Gobierno de unidad antes de la celebración de elecciones. El enésimo acuerdo de reconciliación llega esta vez apadrinado por Rusia, después de tres días de conversaciones en Moscú. Uno de los dirigentes de Al-Fatah, Azzam al-Ahmad, anunció que pedirían al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, que «comience las consultas para la creación de un Gobierno de unidad nacional». En junio de 2014 llegó a formarse un Ejecutivo tecnócrata de unidad que apenas duró un año ante la persistencia del enfrentamiento entre facciones, con Hamas controlando Gaza y Al-Fatah, Cisjordania. Ahmad afirmó que «hoy las condiciones son mejores que nunca», el mismo día que Hamas y Al-Fatah se acusaron mutuamente de llevar a cabo «detenciones por motivos políticos» en Gaza y Cisjordania, respectivamente. A la vez se reprochan la grave crisis de suministro eléctrico que sufre Gaza, con solo tres horas de electricidad al día.GARA