No hizo falta «adoptar ningún pato», tal y como habían previsto hacer los sindicalistas de ELB en caso de que los clientes habituales cedieran ante las presiones recibidas por parte de los servicios sanitarios franceses. La ausencia de cuerpos policiales facilitó que la venta de aves se efectuara ayer con normalidad.

El sindicato agrario insistió en que las aves que los servicios sanitarios debían sacrificar ayer «están sanas», aunque asume que se sigan haciendo los análisis pertinentes. También hizo un llamamiento a la central sindical agraria FNSEA para que se una a ellos y «podamos afrontar el problema todos juntos».