Koldo LANDALUZE
DONOSTIA

Europa podría imponer una nueva multa histórica a Google

El enconado duelo entre la Unión Europea y Google está viviendo un nuevo episodio que podría saldarse con una multa que superaría a la anterior, 2.420 millones de euros. Esta nueva sanción está relacionada con el abuso que Google hace del sistema Android.

Los sobresaltos europeos no cesan para Google. Tras la multimillonaria multa –2.420 millones de euros– que le fue impuesta recientemente, Google ha recibido otra andanada desde Bruselas que podría traducirse en una nueva sanción que superaría a la anterior. Sin todavía haber sido cerrado el caso Google Shopping, ahora los de Mountain View se preparan para hacer frente a un nuevo caso que tiene como protagonista el sistema operativo Android, el cual inspiró hace varios años un largo listado de acusaciones por abuso de posición dominante. En realidad, Google se prepara para lo que pueda llegar desde dos frentes: el citado caso de Android y el caso de AdSense.

El primero de ellos se encuentra prácticamente listo para sentencia, y de hecho según ha revelado la agencia Reuters, los expertos de la Comisión Europea ya estarían ultimando los detalles para dar a conocer la nueva e histórica sanción que aguarda al gigante tecnológico. Cabe recordar que la investigación por el supuesto abuso de posición dominante de Google con Android tuvo su prólogo cuando diferentes fabricantes, así como también competidores directos de la compañía estadounidense, denunciaron que la “Gran G” estaban utilizando unas tácticas que impedían la aparición de cualquier sistema operativo alternativo en el mercado de la telefonía móvil.

Tal y como señalaba en su día la acusación, Google obligaba a los fabricantes a aceptar instalar una serie de servicios como el navegador Chrome o Google Search si querían utilizar el sistema operativo Android en sus móviles. Incluso se llegó a afirmar que la compañía no veía con buenos ojos que un fabricante adoptara la postura de utilizar otro sistema operativo diferente.

En el caso de Android la investigación se encuentra en su última fase. Es decir, la Comisión Europea se ha puesto en contacto con un grupo independiente de expertos simplemente para que verifiquen que todas las conclusiones no dejan ningún resquicio legal al descubierto.