Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - EUROLIGA

Derrota sí, pero con la luz de haber competido de verdad

La refrescante entrada de Vildoza y Beaubois le cambio la cara al Baskonia. Norris Cole decidió el choque.

MACCABI 74

SASKI BASKONIA 68


Como ni todas las victorias son iguales, tampoco todas las derrotas son siamesas. Saski Baskonia cayó en la cancha del Maccabi, pero dentro de la tristeza que provoca otro nuevo tropiezo fuera de casa, al menos se pudo ver algo de luz al final del túnel. Y fuera casualidad o no, fueron el lesionado Beaubois y el tercer base, el argentino Luca Vildoza, quienes mostraron el camino. De hecho, Saski Baskonia tuvo un triple para adelantarse dentro del último cuarto. No entró y Maccabi, guiado por Norris Cole, remató el encuentro. Pero al menos esta derrota gasteiztarra duele algo menos.

Hasta que llegó la reacción final, el buen momento del Baskonia se terminó con el 10-16, con el primer enceste de, precisamente, Rodrigue Beaubois. En adelante, el juego dinámico de los primeros minutos se fue diluyendo, con menor dureza atrás, coyuntura que Norris Cole aprovechó para entrar en vena, empezando con un triple sobre la bocina con el que se cerraba el primer cuarto y dejaba el marcador en 19-16. Hasta ese momento, la movilidad de Shengelia y la fuerza de un Timma mejorado respecto a los últimos partidos, así como el castigo sistemático sobre Pierre Jackson en el poste bajo, habían hecho mucho daño a un Maccabi al que le costó entrar en calor.

Duele decirlo, pero el mal baskonista de ayer tuvo nombres: Huertas y Granger. Pese a su calidad y experiencia, ambos bases fueron los principales coladeros por donde el Maccabi pudo jugar a placer. La renta macabea llegó a la decena, y menos mal que jugadores como Diop también encontraron la canasta con facilidad. En el caso del gasteiztarra de Dakar, su velocidad para continuar tras bloqueo le facilitó la vida.

El problema era que atrás no se terminaba de apretar. Los de Neven Spahija aceptaban de buen grado el intercambio de canastas, en parte porque veían que su rival no lo forzaba a realizar un esfuerzo especial en defensa. Y menos mal que el cuadro israelí erraba la mitad de sus tiros libres, porque de otro modo el resultado del descanso hubiera sido aún más grave que el 39-30 del marcador.

Cambio por completo

Durante un momento del tercer cuarto, cuando el marcador llegó a una máxima de 14 puntos de desventaja, 48-34, Pablo Prigioni decidió que lo que le estaban dando sus dos bases era insuficiente. Pidió tiempo muerto y decidió meter a Beaubois y a Luca Vildoza. Y ese gesto, junto con una mejoría incontestable en defensa, le cambió la cara al Baskonia y después al partido.

El juego gasteiztarra dejó de limitarse al bloqueo directo central, pero ante todo el equipo se dio a sí mismo un soplo de dinamismo defensivo. Al fin los rebotes no eran patrimonio exclusivo del Maccabi, y el famoso cambio automático de la defensa gasteiztarra aceptó la alternativa de perseguir a su propio par, con ayudas cortas que además recuperaban a su defendido. Puestos a ver diferencias, Prigioni incluso se animó a ensayar defensas zonales 2-3 y 3-2. Janning, Diop y Shengelia completaban un quinteto con el que Saski Baskonia regresaba con todas las de la ley al partido: 56-53 al final del tercer cuarto.

Prigioni sentó al dúo revulsivo y el invento empezó a caerse. Y más después de una técnica que se ganó Shengelia. El exbaskonista Michael Roll, además, aportó un triple riquísimo para que el Maccabi se volviera a escapar: 64-55.

Como todo estaba perdido ya, Vildoza y Beaubois volvieron a la cancha, con Voigtmann, Janning y Shengelia –o Granger, en caso de optar a jugar con tres pequeños– completando el quinteto. Saski Baskonia se volvió a arrimar. Tanto, que el propio Vildoza llegó a disponer de un triple para adelantar a los gasteiztarras con 66-64.

Pero el triple del argentino no entró, y Norris Cole, que no en vano tiene dos anillos de la NBA en su haber, dijo que ya era suficiente. Con la ayuda de Deshaun Thomas, la estrella macabea acabó con las opciones de triunfo de Saski Baskonia. Pero esta vez, por lo menos, los gasteiztarras compitieron de verdad.