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BALONCESTO - EUROLIGA

Baskonia accede séptimo, pero no podrá ser sexto

El exceso de confianza en los primeros minutos y los errores ante Anadolu conbajas condenan a los alaveses a jugar con Fenerbahçe. Khimki cedió en el Palau.


SASKI BASKONIA 79

ANADOLU EFES 81

 

La historia, de aquella manera, se repite en el seno de Saski Baskonia. El año pasado, una inesperada derrota de los de Sito Alonso ante Zalgiris en el Buesa Arena condenó a los gasteiztarras a un cruce suicida frente a CSKA Moscú. Esta campaña la cosa no pinta tan cruda, pero casi, después de que Anadolu Efes cortara de raíz la gran racha de los baskonistas, que se las prometían muy felices y terminaron dando gracias por la derrota de Khimki en el Palau. De otro modo, los de Pedro Martínez hubieran caído a la octava plaza.

Un Anadolu Efes sin Balbay, Weems ni Derrick Brown se presentaba como la víctima perfecta para el fin de fiesta ideal en el seno de Saski Baskonia, con las miradas puestas en el duelo de esta noche entre Olympiacos y Zalgiris Kaunas, que parece estar a gusto colándose en las cuitas del Baskonia. Pero no hizo falta. Lo mejor del partido, que Marcelinho Huertas volvió sin problemas al terreno de juego después de cierto tiempo de ausencia. Lo peor, que el propio conjunto gasteiztarra pecó de suficiencia y dio alas a un Anadolu Efes que cerrará la Euroliga en la última posición, pero la cabeza alta tras haber dado un puñetazo de realidad a un gran rival. No estará en cuartos de final, pero se lleva el premio de consolación; quizá incluso, sea un premio para ellos que Fenerbahçe cargue con la mochila de 50 kilos que supone enfrentarse al Baskonia, un Fenerbahçe que caía ante Unicaja en la prórroga.

Nervios y errores

Una bombita de McCollum dejaba el resultado en 32-33 al tiempo de descanso, y ya empezaba a oler a chamusquina. Anadolu Efes, de la mano de Motum y McCollum se lo fue creyendo y propinó un parcial de 19-27 que encendió todas las alarmas. Pedro Martínez, que recortó su rotación a nueve efectivos al no contar con Vildoza ni Malmanis, llegó a provocarse una técnica para ver si el Buesa Arena salía de su perplejidad y se metía de una vez en el partido, ya que hasta entonces, amén de Indar Baskonia Hintxa Taldea, se oía a la perfección un pequeño pero ruidoso colectivo llegado de Estambul. También se ensayaron presiones, zonas, mayor agresividad en defensa…

Pero aquello no terminaba de resultar, sobre todo por los propios errores del Baskonia. Sumaron 12 balones perdidos en momentos clave. Más aún si se le suman un pésimo 4 de 16 en triples y un 11 de 17 en tiros libres.

Con todo, los de Pedro Martínez llegaron a ponerse fugazmente por delante: la última vez por 77-76 con una canasta de Huertas. Pero para entonces los de Ergin Ataman estaban lanzados y se valieron de los tiros libres, con Douglas y Krunislav Simon de ejecutores, para darle al Baskonia un doloroso porrazo que pudo haber sido mayor.