La selección brasileña, necesitada de un partido convincente después de decepcionar en su estreno con un empate ante Suiza (1-1) se enfrenta esta tarde (14:00 horas, Cuatro) en San Petersburgo a una apurada Costa Rica, que se juega la vida tras su derrota con Serbia (0-1) y debe puntuar para no quedar eliminada.

Son dos selecciones que no cumplieron con las expectativas en la primera jornada y que tienen que remediarlo sin falta en la segunda. La canarinha de Tite necesita un triunfo que confirme su candidatura y le evite pasar apuros en la última jornada y la de Óscar Ramírez debe ganar o empatar para no verse en la calle.

Es un duelo recurrente en la historia de los Mundiales, ya que será su tercera edición en las cuatro participaciones de los ticos en un Mundial. En ambas ganó Brasil: 1-0 en Italia 1990 y 2-5 en Corea del Sur y Japón 2002.

Además, se espera que Neymar luzca algo más que en el primer partido. Aunque hay que reconocer que fue castigado por los jugadores suizos, en Brasil hay run-run con su rendimiento, ya que le ven más preocupado por su look y las redes sociales que por el juego.

Serbia, a por el pase

Por su parte, Serbia y Suiza, los mejor parados de la jornada inaugural del Grupo E, se citan en Kaliningrado (20:00 horas, Telecinco) en puertas de dar un paso de gigante en sus aspiraciones.

Serbia, que ganó a Costa Rica, está a una victoria de hacer historia y de alcanzar, por primera vez como país independiente, los octavos de un Mundial. Suiza buscará su primer triunfo tras dejar una grata impresión en su debut ante Brasil.