Carlos GIL
TEATRO

La fidelidad a un estilo aplicado a Alicia

Fabular sobre Alicia es colocarse ante un retos. Por un lado, la fijación de numerosas referencias y prototipos en el imaginario colectivo sobre el mundo de Lewis Carroll. Por otro, no es fácil acertar en su dramaturgia para avanzar contando una historia que utiliza personajes del original pero que se instala en otra coordenada estética. Cada cual puede sentir si esto se logra o no se alcanza en esta propuesta que, además, cumple con el estilo propio de Kabia y su director Borja Ruiz con una manera particular de afrontar la narrativa escénica, que parte de perchas clásicas, pero que aplica sobre ellas y sus lenguajes que podríamos considerar se basan en la creación de estados mágicos, de llevar las elipsis a las imágenes y dispositivo escénico, pero que parece dejar en un estadio inferior de rango  los textos, los personajes, sus diálogos.

En la representación presenciada, cargada de antecedentes imponderables influyentes, la materialización de ese mundo fantástico al que se recurre desde un sueño de la propia Alicia y sus ansias de ser violinista, con la presencia de una majestuosa madre, en esta ocasión interpretada por Yolanda Bustillo que logra con sus cantos la máxima expresión del estilo propio y que logra cuajar los instantes de máxima calidad. La minuciosidad técnica, la precisión de la fusión entre los materiales pregrabados y lo que se hace en directo es una buena noticia, pero a uno le parece que existe una excesiva preponderancia de todos estos elementos por encima de una mayor vitalidad en las actuaciones, que se mueven en una suerte de código que lo emparenta con unos personajes inexistentes, como del sueño, pero que no consiguen trascender del todo su valor narrativo.

Dentro de su trayectoria, es una depuración, se aposentan estructuras y formas, pero manteniéndose en un alto nivel de exigencia, no logra llegar de manera eficaz a la plateas. Se queda todo en un excesivo formalismo. Cuestión que no es una crítica sino constatar lo que parece ser una elección pensada.