Julian Alaphilippe (Deceuninck) confirmó el pronóstico y se impuso ayer en la segunda etapa de la Euskal Herriko Itzulia con salida en Zumarraga y meta en el repecho de Gorraiz. Maximilian Schachmann mantuvo su liderato en un final espectacular con los tramos de sterrato y de hormigón en los que el gran perjudicado fue Adam Yates.

El inglés, uno de los grandes favoritos, se quedó sin opciones para la general tras sufrir un pinchazo en el último tramo de sterrato de Egues a 16 de meta y llegar a 1:11 del resto de favoritos a pesar del trabajo de Mitchelton y del Groupama, que no pudieron con el empuje de Astana. El equipo kazajo confirmó que es el bloque más fuerte con sus siete corredores adelante.

Adam Yates fue el único de los favoritos que no entró en el primer grupo, pero hubo un corte y los jueces dieron seis segundos de desventaja a Daniel Martínez y nueve a Landa, Thomas y Pello Bilbao con respecto a Alaphilippe, que además logró los diez de bonificación de la llegada. Se sitúa segundo a cinco de Schachmann, que logró cuatro en los dos sprints intermedios de la etapa, por los tres de Ion Izagirre en el último, lo que le permite igualar con Konrad en la quinta plaza de la general.

Julian Alaphilippe midió bien las fuerzas y dejó la responsabilidad de seguir a Lambrecht, que lanzó el sprint desde lejos, al líder Schachmann, que hizo todo el desgaste para recortar la ventaja del corredor del Lotto y solo pudo ser sexto por detrás del francés, del flamenco, Kwiatkowski, Omar Fraile y Madouas.

El ciclista del Deceuninck logró la octava victoria de su espectacular comienzo de temporada después de ganar etapas en San Juan (2), Colombia y Tirreno (2) y las clásicas Strade Bianche y Milán San Remo. Y hoy volverá a ser el favorito en la llegada al Santuario de Estibaliz.

Gari Bravo, líder de la montaña

La primera parte de la etapa estuvo protagonizada por una escapada que formaron Atapuma (Cofidis), Bernard (Trek) y Gari Bravo (Euskadi Murias), que se marcharon en el kilómetro 12 y a los que luego se sumó Julen Amezqueta (Caja Rural) en la subida de Lizarrusti. Bora, que asumió de entrada la responsabilidad del pelotón, tuvo controlado en todo momento al cuarteto sin dejarles superar nunca los tres minutos de ventaja.

Gari Bravo y Bernard disputaron el liderato de la montaña y el lazkaoarra del Euskadi Murias pasó primero por Olaberria y el del Trek por Lizarrusti. A igualdad de puntos el maillot se decidió por la clasificación general, en la que marcha primero el guipuzcoano, lo que permitió a su equipo subir al podio ayer.

La escapada fue anulada a 52 de meta después de que en el pelotón Mitchelton, Astana y Quick Step cogieran la cabeza al pasar por Iruñea para que sus líderes entraran bien situados a los cinco tramos de sterrato después de que fuera anulado el primero de Mutilba, el más corto de apenas 200 metros.

Gorka Izagirre rompió el pelotón en los Muros de Badostain y Bordazar, en tramos de hormigón en los que puso al pelotón en fila de a uno antes de entrar en los primeros tramos de sterrato, en los que los siete corredores del Astana demostraban que forman el bloque más fuerte de la Itzulia con diferencia. Hicieron sufrir a todos los ciclistas cada vez que se entraba en un tramo de sterrato o de hormigón y tuvieron el apoyo de Castroviejo en los últimos kilómetros para alejar a Yates.

Aberasturi debuta con la pena de que la etapa alavesa no acaba en Gasteiz

Jon Aberasturi (Gasteiz, 1989) debuta en la Itzulia con 30 años, nueve de profesional, con la pena de que la tradicional llegada en un sprint masivo en su ciudad ha sido sustituida hoy por un final en el santuario de Estibaliz. El sprinter del Caja Rural trasmite que «tenía mucha ilusión de participar, la pena es que por mis características no me va bien. La Itzulia es para escaladores, aunque siempre te hace ilusión correr en casa. Me hubiese gustado más que en vez de acabar en Estibaliz la meta habría estado en la avenida de Gasteiz porque ahí las opciones eran claras. En un final como Estibaliz, dos kilómetros al 4%, tengo que hacerlo lo mejor posible, pero no con esa mentalidad de verme con opciones de disputarla».

Considera que es la mejor etapa para él, aunque tiene el hándicap de su caída de Lizarra: «La llegada me va mejor que la de Gorraiz por el desgaste de los últimos 50-60 kilómetros, pero tampoco estoy al 100% por la caída. Tengo un buen golpe en la espalda, desde el hombro al sacro por toda la parte derecha, y me impide estar bien. Espero que conforme pasa la etapa vaya mejor y pueda creer más en mí».

En su primera temporada en Caja Rural «estoy ilusionado. El equipo confía en mí, no he podido lograr resultados buenos, pero espero que lleguen».J.I.