Izkander FERNANDEZ
GASTEIZ

Las mil caras del planeta rock ya se agitan en Mendizabala

Luchadores enmascarados, riffs de guitarra, motos girando en el infierno, sangre y sudor. Esas son algunas de las caras que cada año reviven en el Azkena Rock Festival. Mendizabala es el escenario en el que el rock clásico desarrolla un escenario inmutable en el que diferentes generaciones se dan la mano en torno al sonido de las guitarras. Todo eso y más, ya está aquí. 

Son las cosas, o los conciertos, que ocurren en el Azkena Rock Festival. Lucero, quinteto de country alternativo de Memphis, Tennesse, cuaja al cierre de esta edición uno de los conciertos de la tarde-noche del viernes dentro de la primera jornada del evento rockero gasteiztarra. Conocidos desde hace más de una década por los amantes del sonido americana, Lucero ha ido labrándose una carrera respetable pero anclada en un mate que no les ha permitido despegar del todo. Bien, sobre las tablas de Mendizabala, los de Memphis están haciendo eso que ocurre en el ARF en bastantes ocasiones: que la emoción brote hasta fundir a público y artista en un solo ente.

Los de Memphis componen desde la melancolía y ejecutan con las tripas. Sus canciones son himnos destinados a acompañar a todos aquellos perdedores que quieran relamerse las heridas. Esa figura del perdedor romántico, de la derrota épica, de quien va a una batalla sabiendo que va a perder encuentra en Lucero su banda sonora original. Con el sol cayendo en el horizonte, la nostalgia y el amargor de recordar tiempos mejores encuentra cobijo en unas composiciones que se balancean en el country para apoyarse en el rock americano de toda la vida. Lucero huelen a victoria asegurada dentro de este Azkena.

Antes de Lucero la banda australiana The Living End ofreció un enérgico concierto basado en una actitud punk y una estética de los años cincuenta. El trío flirteó con sonidos pop y en sus momentos más brillantes llegaron a acercarse al clásico power pop australiano. No obstante, The Living End, quizá víctima de un horario tempranero y un sonido vulgar no fue capaz de enganchar con el ya numeroso público presente en Mendizabala.

El supergrupo Deadland Ritual, formado por Geezer Butler (Black Sabbath), Franky Perez (Apocalyptica), Steve Stevens (Michael Jackson) y Matt Sorum (Guns N’ Roses) eludió el grunge de su sonido de estudio para abrazar un claro homenaje a Black Sabbath, uno de los nombre clave en la historia del rock duro, oscuro y contundente.

La primera noche del Azkena Rock Festival 2019 seguirá avanzando gracias al rockabilly de Stray Cats, el rock sureño de Blackberry Smoke, el pop rock de The B-52’s y el nuevo metal de Glassjaw. El plato fuerte lo pondrá Tropical Fuck Storm, formación australiana de rock sicodélico e introspectivo que presentará los temas de “A Laughing Death in Meatspace”, su primer trabajo y uno de los mejores discos publicados en 2019.