Planteamiento escénico impecable, distribución de recursos escénicos y dramatúrgicos que procuran una magnífica comunicación, equipo actoral que funciona a la perfección, y de fondo una figura de mujer que forma parte de la Historia de la literatura, de la que se desconocen muchas vicisitudes de su vida, de las presiones y represiones que debió sufrir para sobrevivir entre su vocación literaria, sus pasiones mundanas y su reclusión conventual. 

Juana Inés de Asbaje Ramírez ha pasado a las enciclopedias como Sor Juan Inés de la Cruz, y sobre su controvertida figura, su biografía, los libros sobre su vida y obra, Antonio Muñoz de Mesa ha escrito un texto de formato musical que entra en vericuetos sobre su fuerza y sus capacidades intelectuales, sobre su vida amorosa, sobre su compromiso con sus hábitos de monja jerónima y sobre todo, sobre su obra literaria, la que podemos compartir, comprobar. Un musical en el sentido técnico del término, de pequeño formato, pero con música de Iñaki Salvador, que requiere un reparto que cante, y en este sentido la labor de dirección de Olga Margallo armoniza el reparto, en los requerimientos cantores, como en las partes actorales.

Con una iluminación práctica y todos los elementos en orden,  debido al “género”, acaba produciéndose una sensación de exceso de almíbar que puede generar ciertos rechazos y una exégesis tan abrumadora que parece un panegírico algo sobredimensionado. No obstante, es la figura de una mujer excepcional y se tratan asuntos de gran oportunidad contemporánea con respecto a las libertades de las mujeres.