EH Bildu y UGT-Euskadi mantuvieron ayer su primera reunión oficial. Maddalen Iriarte, Arnaldo Otegi y Unai Urruzuno acudieron a la sede del sindicato para encontrarse con su secretario general, Raúl Arza, al que acompañaron Arantza Agote y Pedro Marquina. La cita –valorada positivamente por la formación de la izquierda soberanista– inauguró la ronda abierta con agentes políticos y sociales.

A la salida del encuentro, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, aseguró que su coalición tiene interés en escuchar «a las organizaciones sindicales del país». Declaró ante los medios que «hemos analizado las consecuencias económicas, sociales y sanitarias de la covid-19 y hemos hecho un pequeño diagnóstico al respecto». Explicó que «esperamos que esto sea lo normal y lo habitual en adelante porque construir una alternativa progresista pasa por escuchar a todo el mundo».

«Hay alternativa: 37 ante 31»

Arnaldo Otegi habló sobre el proceso de formación de gobierno, y recordó que ya en campaña «habíamos dicho que, si les daban los números, PNV y PSE iban a formar un Gobierno ni-ni, ni abertzale, ni socialista».

Pero el coordinador general de EH Bildu se rebeló frente a este determinismo y aseguró que «hay alternativas diferentes». Otegi sostuvo que «en esta parte del país no hay una única modalidad de gobierno y nosotros vamos a explorar la posibilidad de poner en marcha otro tipo de modalidades de acción y unidad política» más allá de la suma de PNV y PSE.

Haciendo cuentas recordó que EH Bildu, PSE y Podemos suman 37 escaños y que «el PNV necesitaría a Vox para desbancar a esa mayoría».

Con estas cuentas, Arnaldo Otegi se dirigió a la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, a la que preguntó si va a «entregar al PNV la llave para hacer un Gobierno neoliberal, con la que se nos viene encima de crisis económica y social», o si se suma «a una alternativa de izquierdas y progresista».

Mendia se inclina por el PNV

Idoia Mendia, por su parte, intervino ayer ante el Comité Nacional del PSE, ante el que expuso que hay «tres posibilidades reales de Gobierno»: uno «fuerte que sume a las fuerzas nacionalistas» y que bautizó como de «salvación nacional»; otro «fuerte que sume a fuerzas nacionalistas y socialistas», que sería un Ejecutivo «para el rescate social»; y un tercero «en minoría que no pueda marcar una hoja de ruta clara porque dependa de las variables que se den cada semana en el Parlamento».

Mendia dijo que «en cualquiera de las tres opciones, los socialistas vamos a cumplir el compromiso adquirido con quienes nos han votado». Pero aclaró que con el PNV «compartimos una experiencia de colaboración que ha sido satisfactoria para alcanzar los retos que nos habíamos puesto». Y añadió que «el Gobierno tiene que tener una clara orientación progresista y deben estar bien perfiladas nuestras políticas de izquierdas. Esto lo sabe el PNV». Pese a todo, aseguró que «vamos con las manos libres y sin dar nada por seguro, más allá de nuestra decidida vocación de buscar acuerdos. Veremos si es posible».