Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Los ingresos hospitalarios caen con fuerza en las franjas de mayor edad

El porcentaje de pacientes con covid en los hospitales de la CAV que representan las personas de mayor edad ha sufrido una caída importante desde finales de enero y, aunque en este periodo ha habido altibajos, la tendencia es clara. La afección del virus está en cifras de agosto entre los mayores de 80 años y la explicación parece evidente: la vacuna.

La edad media de los pacientes que ingresan en los hospitales de Osakidetza a causa del covid-19 ha bajado en las últimas semanas, pero no se ha debido a una repentina mayor virulencia del virus sobre las personas más jóvenes, sino a que el porcentaje de hospitalizaciones en las franjas de mayor edad ha caído, y lo ha hecho de forma significativa.

Como se puede apreciar en el cuadro adjunto sobre ingresos semanales, el 25 de enero las personas de más de 84 años representaban el 20,2% de las hospitalizaciones por coronavirus en la CAV, mientras que la semana pasada el porcentaje en ese colectivo poblacional había descendido hasta el 15,1% del total.

Teniendo en cuenta que entre las personas de esa edad que contraen el virus la tasa de hospitalizaciones es bastante alta, mucho mayor que en personas más jóvenes, el que en este periodo el porcentaje que representan sobre el total de ingresos haya caído más de un 5% indica que la afección en ese grupo ha bajado de forma importante.

Y también lo ha hecho sobre las personas que están en la horquilla entre 60 y 84 años de edad, que el 25 de enero representaban el 47,3% de los ingresos en los centros de Osakidetza y han pasado a suponer el 41,1%.

En los casi dos meses que han transcurrido entre las fechas de referencia, los porcentajes han estado subiendo y bajando en ambas franjas, pero la tendencia parece clara y, en conjunto, las personas de mayor edad constituyen, según el último informe, el 56,2% de los pacientes por covid-19, más de once puntos por debajo de las cifras de enero.

Por contra, en la población más joven el proceso ha sido el contrario. Así, por ejemplo, las personas de menos de 18 años de edad han pasado de representar el 0,2% de los ingresos a finales de enero a ser un 2,7%, trece veces más que entonces.

Esto no quiere decir que el número de jóvenes y menores hospitalizados por covid se haya multiplicado en ese periodo. Ni siquiera que haya crecido, sino que del total de los ingresos ahora suponen un mayor porcentaje, porque hay muchos menos mayores hospitalizados. La franja entre 40 y 59 años ha crecido hasta nueve puntos porcentuales, mientras apenas hay diferencia entre 18 y 39 años.

En números absolutos, las hospitalizaciones a fecha de 25 de enero, en plena escalada de los contagios, eran mucho más que las que hay ahora: 78 ingresos semanales frente a 36.

La afección, en cifras de agosto

¿Qué ha ocurrido para que las personas de mayor edad representen un porcentaje menor de ingresos? Tirando de lógica, sucede que ahora hay menos contagios en ese colectivo. Y los datos de Osakidetza así lo indican.

Según el boletín de ayer, la incidencia acumulada en catorce días en el colectivo de mayores de 80 años era de 111,73 casos por cien mil personas. Se trata de una cifra que no se alcanzaba desde mediados de agosto. Así, cuando tras las oleadas de verano y otoño la afección del virus tocó suelo, en octubre y a principios de enero, la incidencia en ese grupo quedó en torno a 235 y 280 casos, respectivamente, muy por encima de la de ahora.

Además, tras el rebrote de principios de año, el de mayores de 80 años es el único grupo en el que los casos han seguido bajando, mientras en el resto lleva varios días picando hacia arriba.

En Nafarroa, aunque no se ha difundido un cuadro detallado como el del boletín de Osakidetza, en el último informe epidemiológico se indicaba que entre el 8 y el 14 de marzo los diagnósticos de covid-19 descendieron un 25% en mayores de 75 años, mientras que se mantuvieron «sin cambios relevantes en todos los otros grupos de edad».

Este descenso, apostillaba el documento del Instituto de Salud Pública y Laboral, «es un dato positivo por ser un grupo de edad que condiciona el número de hospitalizaciones y defunciones en las próximas semanas».

El papel de las vacunas

La diferencia respecto a lo ocurrido tras las olas anteriores, y lo que seguramente ha provocado esta mejor evolución entre las personas de mayor edad, parece evidente: las vacunas. La mayor parte de las personas de más de 90 años ya ha recibido la primera dosis del fármaco, igual que un porcentaje creciente de las de más de 80. Y la inmunización es prácticamente del 100% en los centros para mayores. Como publicamos en estas páginas el jueves de la semana pasada, este hecho ha provocado que la mortalidad por covid-19 haya caído a cifras del pasado verano.

Y parece que se empieza a notar en los ingresos hospitalarios.