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28.000 años y con los bigotes intactos

Los dos cachorros de león cuaternario congelados en el permafrost de Siberia presentaban su pelaje, dientes y órganos bien conservados. La bebé de uno o dos meses de edad bautizada «Esparta», que según afirman los paleontólogos que estudian este caso deambuló con su especie entre las cuevas de Siberia hace 27.962 años, mantenía su pelo y cada uno de sus bigotes. El hielo ha permitido conservar su cuerpo, momificado de forma natural, casi intacto, según publicaciones científicas. Un hombre que buscaba colmillos de mamut en la tundra lo encontró cerca del río Semyuelyakh en 2018, un hallazgo que el cambio climático está convirtiendo en habitual. En el mismo lugar se halló posteriomente otro cachorro de león cavernario, también de meses pero de hace 43.448 años, al que llamaron «Boris». Los expertos aseguran que murieron al colapsar la cueva en la que vivían, pero el clima hostil de la zona permitió su conservación. Ninguno tenía manchas oscuras vívidas en el cuerpo y las extremidades, típicas de los cachorros.