La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, y el portavoz del Ejecutivo de Lakua, Bingen Zupiria, comparecieron tras el Consejo de Gobierno para detallar nuevas restricciones, que afectarán a todas las localidades –independientemente de su población– con una tasa de incidencia superior a los 150 casos por cada 100.000 habitantes durante los últimos 14 días.

La medida más importante pasa por ordenar a los ayuntamientos que «valoren la suspensión o retraso de aquellas actividades en las que no se puedan mantener las medidas preventivas» o, en caso, refuercen las medidas de seguridad.

Si durante mucho tiempo la línea roja la marcaba la cifra de 400, ahora se sitúa en menos de la mitad, lo que en estos momentos ya supone una larga lista de municipios. De entre las tres capitales la única afectada hoy es Donostia, con una tasa de 189, según los datos ofrecidos ayer lunes por Osakidetza.

En Gipuzkoa se encuentran en la misma tesitura casi todas las localidades. De entre aquellas que tienen más de 5.000 habitantes solo se libran Deba –la única en verde–, Lezo, Oiartzun, Urnieta y Zumaia. Algunas estaban muy cerca de la barrera marcada, por lo que es posible que para hoy la hayan superado.

En Bizkaia la lista no es tan larga, pero Zornotza, Bermeo, Durango, Gernika y Zalla, entre otras, están por encima de esa cota. En Araba solamente la supera Agurain.

«No vamos bien»

Sagardui admitió en su intervención que «no vamos bien», y que por tanto «hay que reforzar medidas para no retroceder».

La consejera explicó que «nos hemos adaptado a las circunstancias de cada momento. La vacunación ha supuesto un antes y un después y hemos alcanzado una cobertura del 90% de la población diana». No obstante, reconoció que el 15% de las personas entre 30 y 39 años, el 21% de entre 20 y 29 y el 13% de entre 16 y 19 no ha recibido la pauta completa.

Además, los menores de 12 no cuentan con una vacuna pediátrica. Por ello subrayó que «es esencial frenar la progresión antes de que vaya a mayores».

Con este objetivo, el Gobierno de Lakua presentó la serie de «medidas complementarias» que se suman a las vigentes hasta ahora.

La principal es una directriz a los ayuntamientos para que «suspendan o pospongan todas aquellas actividades en las que las autoridades municipales prevean que no se pueden garantizar las medidas previstas en el decreto del 6 de octubre –mascarilla, distancias...–, especialmente las que conlleven la ingesta de comida y bebida».

En este capítulo resultan ejemplos evidentes ferias como la de Santa Lucía o la de Santo Tomás, en el mes de diciembre, si bien Sagardui dejó la pelota en el tejado de los ayuntamientos. «Pueden ser ferias, pero también exposiciones, o excursiones…».

En aquellas que sí se puedan mantener las medidas, bien al aire libre o en interiores, la consejera incidió en la necesidad de «aumentar distancias, priorizar exteriores, delimitar espacios para comer o beber».

Consulta al TSJPV

Además, la consejera Sagardui adelantó que pedirán al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco para que se pueda exigir el certificado de vacunación en determinados actividades como lugares de ocio nocturno en los que se celebran actividades musicales o de baile, o locales de restauración con capacidad para más de 50 comensales.

Preguntada por su cambio de postura respecto a este pasaporte covid, Sagardui aseguró que «siempre» ha manifestado que «en cada momento utilizaremos aquellas medidas que consideramos mejores para hacer frente a la pandemia».

La responsable de Salud informó de que estas medidas se publicarán y entrarán en vigor desde hoy, mientras que el boletín epidemiológico pasará a emitirse dos veces por semana, lunes y jueves (en últimas fechas solo se daba información completa los lunes).

Por otro lado, reveló la detección en la CAV de un caso de variante delta plus de covid (que ya fue identificada hace semanas en Nafarroa), si bien remarcó que el incremento de contagios «no está identificado con la aparición de ese caso».

Aseguró, además, que esta variante «no está mostrando una significativa potencia superior en la capacidad de contagios a lo que es la propia variante delta», que «supuso un cambio de tendencia cuando se implantó con carácter general en Euskadi, en otras comunidades y en el resto de Europa».

Eneko Goia y Santo Tomás

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, fue inmediatamente preguntado por la posibilidad de que estas medidas afecten tanto a la feria de Santo Tomás como a las celebraciones navideñas, sin perder de vista que en enero llega San Sebastián.

Goia defendió que la organización de actos y eventos «siempre está sujeta a la evolución de la situación y a las nuevas circunstancias que se produzcan», y que en el Ayuntamiento están «preparados para introducir adaptaciones a nuestros modos de actuar que mejoren la seguridad, que es lo que perseguimos siempre».

A preguntas sobre una posible suspensión de Santo Tomás, que se celebra el 21 de diciembre, declaró que no es «adivino» y «nadie» tiene «respuesta exacta» sobre el desarrollo de esta ola, por lo que se requiere «capacidad de adaptación, hacer un intento por hacer todo lo que se pueda y adaptarlo a las circunstancias y si se pueden introducir modificaciones para mejorar la seguridad hacerlo».