Nostalgia con olor a naftalina

Recuerdo con cierto cariño la cinta original, pero nunca he sido muy fan de la saga. En lo primero que pienso cuanto leo el título de la película es en la mítica melodía y un par de escenas divertidas de Eddie Murphy, y poco más. Dicho lo cual, he visionado con cierto agrado “Superdetective en Hollywood: Axel F”; no defrauda, entretiene y da lo que nos venden desde un principio, en ese sentido no engañan a nadie. Además, está llena de guiños a las anteriores y Eddie Murphy demuestra que aún tiene cierto carisma y la chispa que lo hicieron famoso.

Pero es una cinta que no logra innovar ni ofrecer nada nuevo, han querido calcar la misma fórmula y tiene cierto olor a naftalina. La historia es tremendamente predecible, repleta de escenas de acción bastante intrascendentes que no aportan casi nada a la historia, y lo de mezclar la comedia y la acción que tan bien funcionó en las primeras entregas, en este caso resulta un tanto forzado.

NOSTALGIA BARATA.

Antes del comienzo de la película, en cuanto aparece el logo de “Don Simpson/Jerry Bruckheimer Films” en pantalla, me he sentido invadido por un sentimiento de nostalgia. Acto seguido ese sentimiento se ha desvanecido: me ha venido a la mente una frase de la genial escritora Fran Lebowitz: «La nostalgia en la cultura es venenosa». Llevamos varios años viviendo una vuelta a los referentes culturales de los años 80-90 y, sinceramente, hay algunos regresos un tanto innecesarios, entre ellos el de A. Foley. La intención, obviamente, está conectada con el consumo, y esto lo conoce muy bien Netflix. Estamos empezando a sentir nostalgia por todo, hasta por la propia nostalgia. Lamentablemente, “Superdetective en Hollywood: Axel F.” es nostalgia barata creada con el único objetivo de atraer suscriptores.