Jon ORMAZABAL
PELOTA | Campeonato de Parejas

Los triunfos se trabajan

Artola se redimió de sus dudas iniciales y, junto con Albisu, acabó con la floja defensa de Altuna-Merino.

ALTUNA III-MERINO II 9

ARTOLA-ALBISU 22

Si dar la Vuelta a los Elíseos es condición indispensable para sacarse el carné de ciclista, algo similar sucede con saber sufrir y trabajar cada tanto en el caso de un pelotari. Así lo demostraron Saralegi-Apraiz en el telonero, sacando adelante, simplemente con estar, un partido haciendo solo cinco tantos hechos y, con mucha más rotundidad y juego, Artola-Albisu, que supieron apretar los dientes cuando, en un inicio adverso, el viento sopló en contra para, una vez trabajados a sus rivales, poner la directa hacia su primer triunfo.

La trayectoria fue diametralmente inversa en el caso de Altuna III-Merino II, que se lucieron en la primera media docena de tantos, cuando Albisu y, sobre todo un inusualmente timorato Artola no lograban engancharse al partido. Altuna, con ganas de demostrar ante el posible regreso de Xala a las canchas esta semana -hoy realizará una prueba para tomar una decisión definitiva-, se lució en un par de ganchos y en una perfecta apertura al ancho que realizó en el 2-1, en un arranque de partido muy esperanzador (6-2).

Caída repentina

Sin embargo, el guión del partido sufrió un giro inesperado. A pesar de no estar especialmente inspirado, Iñaki Artola acertó a trabajar y castigar la zaga con la esperanza y la intención de generarse esos huecos y oportunidades que no conseguía acomodarse en esos primeros tantos. En ese propósito encontró la colaboración de Jon Ander Albisu, en una táctica que no debería extrañar a nadie, pero sí lo hizo que la otrora sólida defensa de David Merino se desmoronara con la facilidad y la rapidez de ayer en el Beotibar.

Sí que fueron los primeros unos tantos bastante peloteados, pero el de Villar de Torre siempre ha sido un pelotari que sabe sufrir y se crece en este tipo de partidos en los que los rivales pegan más. Sin embargo, ayer se descompuso enseguida. Tampoco tuvo excesiva colaboración de un Altuna aún por hacerse y que trató de ayudar a su manera, entrando a pelotas complicadas, con el consabido riesgo de acumular fallos.

Un parcial de 0-13, con Albisu dominando a placer y Artola encontrando y ejecutando esos remates que al comienzo se le resistían, decantó el partido del lado de los azules y llevó a Merino a vestuarios con el hombro izquierdo cargado. Regresó a la cancha el riojano, pero simplemente a cumplir el trámite, el partido ya estaba irremediablemente encarrilado al otro lado.