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Williams se estrenó como goleador y Gurpegi marcó casi un año después

Jaque y casi mate

Ernesto Valverde maniobró con la eliminatoria en peligro y su 3-5-2 le dio el empate y casi la victoria


TORINO FC 2

ATHLETIC 2

Le preguntaban una vez a Carlos Gurpegi cuál era su mejor recuerdo como futbolista. El navarro no lo dudaba: «Cuando he marcado algún gol he sido muy exagerado en las celebraciones. Recuerdo cuando un tanto de cabeza nos sirvió para empatar en el Camp Nou, la última vez que hemos sacado algo positivo allí. Si me abren una puerta del campo, me recorro Barcelona». Ayer, en un encuentro que más pareció un tubo de ensayo, se hacía extraño ver cómo el brazalete en el once bilbaino lo portaba Muniain, en tanto Gurpegi, Iraola e Iraizoz veían el arranque del mismo desde el banquillo. Los dos primeros saltaron al césped al unísino en el minuto 57 de juego, con su equipo sufriendo por bandas, 2-1 abajo en el marcador, y un partido que se antojaba molto longo para los rojiblancos, ayer de verde. Y fue el navarro el que minutos después peinaba la enésima falta sacada magistralmente por Beñat para incrustrarla en el fondo de la red. Y Carlos corrió, y corrió y si no le sujetan es capaz de llegar hasta la Piazza Castello. No era para menos. Hacía casi un año, 356 días exactamente, que el gran capitán no marcaba. Y estuvo a punto de repetir a falta de diez minutos del final cuando, de nuevo, Beñat la puso donde debía y el de Andosilla la cabeceó al larguero. Lástima.

Era difícil imaginar que tal y como discurría el encuentro en ese minuto 57, clave para el devenir del partido, iba a ser el Torino el que terminara pidiendo la hora, con los leones guiados por la bota de seda del de Igorre a balón parado y la voracidad de un Muniain al que en esa segunda mitad el brazalete le dio alas, coraje, galones. Esos que suele demandar su entrenador.

Tras dos intervenciones consecutivas de Iago al poco de reanudarse el segundo tiempo y los peligrosos cambios de juego en superioridad de los granotas, Txingurri reaccionó y, lo mejor, acertó. El Torino no había sorprendido de inicio, con su 3-5-2 bien definido, en tanto el Athletic le enfrentó con su habitual disposición pero Muniain de falso `9', con Viguera y el joven Williams más abiertos a bandas.

Los bilbainos salieron decididos a llevar la batuta, a presionar muy arriba la defensa de tres italiana y, `regalito' al margen de Iago al que le pitaron una inocente cesión, sorprendieron tras una gran jugada por banda de Viguera que Williams culminó con la rodilla. El primer gol de un jugador negro con la camiseta rojiblanca, el 5.935 del Athletic en sus 3.425 partidos de competiciones en nada menos que 112 años. Histórico e inolvidable para el chaval que poco después dejaría algún otro detallazo de calidad. Hay madera.

No iba a durar mucho la ventaja visitante. El Athletic, como le viene sucediendo últimamente, empezó bien, dueño del balón, ante un Torino que esperaba incluso yendo por debajo en el marcador, pero los bilbainos se fueron desinflando con el paso de los minutos. Sin hacer nada del otro jueves, el `Toro' aprovechó sus superioridades por bandas y antes de tomar el camino de vestuarios ya había volteado el resultado. Dos centros de sus laterales y doblete del argentino Maxi López. Lo cierto es que pudo haber sido peor, porque el venezolano Martínez no acertó ante Iago en otra asistencia de banda y en un forzado cabezazo. Los leones cedían la pelota y con ello el partido.

De vuelta de vestuarios no varió la peligrosa tónica, es más, un tercer gol granota que se veía venir podía tirar por tierra la eliminatoria. Valverde reaccionó, se lió la manta a la cabeza y, como decíamos, acertó. Minuto 57. Línea de tres atrás con Gupergi en el eje, Etxeita y Laporte abiertos, Iraola y De Marcos carrileros, y, sobre todo, Muniain a su bola por dentro, en la mediapunta, un quebradero de cabeza para un esquema italiano que se desconcertó, se quedó sin llegadas por bandas y a merced de un Athletic que se creció.

Y apareció el gran capitán

Hasta entonces los leones no sabían ni cómo pisar el área turinesa, densamente poblada y sin ideas para ese último pase. El partido era un páramo ofensivo, ni un remate en una portería u otra. Pero a partir de esa maniobra de Valverde, el poso aportado por Gurpegi e Iraola, y la activación de un Muniain muy bien sedundado por Beñat, los leones fueron a más, cortocircuitaron cualquier intentona local y se metieron en el partido. Pero seguía costando pisar área rival, un triunfo crear alguna sensación de peligro ante un inédito Padelli. Y ahí apareció Friedrich Nietzsche, perdón, Gurpegi, o Beñat, qué mas da.

Dicen que Alejandro Dumas, Puccini y hasta Niestzche tomaban chocolate en los cafés turineses -ciudad donde, por cierto, se inventó el vermut-, y cuentan que el filósofo sufrió en sus calles un ataque de locura. ``El partido de fútbol para filósofos'' es una pieza corta del grupo cómico británico Monty Python, que representa un partido de fútbol en el Olímpico de Múnich durante los Juegos de 1972, entre filósofos alemanes y griegos, que incluye a Platón, Sócrates y Aristóteles, en el equipo heleno, y a Heidegger, Marx y el propio Nietzsche, en el rival. Este último dijo una vez: «Mi ideal del paraíso es una línea recta que lleve al gol». Pues bien, minuto 72, Beñat lo interpreta para que Gurpegi, entrando en diagonal, la peine suave al poste contrario. Si no había manera de marcar a través del juego combinativo, qué mejor que tirar del fútbol directo, de esas jugadas a balón parado que tanto oxígeno le están dando esta temporada a este Athletic. Y volvió a ocurrir.

En la ciudad de los exorcismos, el partido de los leones parecía diseñado por el diablo. Un once irreconocible, un cambio de esquema táctico a mitad de encuentro, vuelta de Kike Sola al césped unos minutos, sin olvidar a los autores de los goles. Primero Williams, luego Gurpegi, así que no era de extrañar que el millar largo de athleticzales en la grada no pudiera sino entonar el clásico «¿Y Llorente qué?», y eso que durante la mañana muchos se fotografiaron con el exleón hoy en la Juve.

Un «Toro» que no lo fue tanto

Parecía que el Athletic había ido a Turín a setas, pero al final se encontró con un Rolex, o casi, porque el propio `Gurpe' volvió a cabecar al travesaño. Hubiera sido jaque mate. Las dudas que había en torno al equipo, las que se habían sembrado con la convocatoria, con esa sombra de que si esta competición se `tiraba', incluso con ese once que Txingurri dispuso de inicio, se fueron disipando en esa última media hora de encuentro. Porque del Torino, ni rastro. Decepcionó. Con dos pespuntes, Valverde borró su 3-5-2 del mapa y le dejó en evidencia, y eso sin sus mejores hombres, sin un partido de alto copete, pero tirando de esa casta final.

El Athletic se viene de regreso con un muy buen resultado, que seguro cualquiera hubiera firmado en la previa y vista la primera mitad, ante un `Toro' que al final no lo fue tanto y que visto lo visto no debería impedir que el Athletic el próximo jueves saque su billete para los octavos de la Europa League.

El Athletic siempre pasó de ronda en Europa cuando empató con goles a domicilio en el partido de ida. Hasta la estadística se alía con él. Ahora toca centrarse en la Liga, ya saben, lo que da de comer, porque el Rayo no será tan cándido como el Torino. Superada la primera prueba europea, parece claro que a lo tonto, a lo tonto, los rojiblancos están vivos y coleando en tres competiciones.

«Con el 2-2 tenemos un poco de ventaja, solo un poco»

El entrenador del Athletic, Ernesto Valverde, comentó tras el 2-2 conseguido en Turín que su equipo tiene «un poco de ventaja» para la vuelta de la próxima semana en San Mamés, pero matizó que «solo un poco». A juicio del técnico rojiblanco, «este resultado nos garantiza que el 0-0 y el 1-1 nos clasifica y eso nos da un poco de ventaja, pero no hay un claro favorito y la eliminatoria sigue en el aire», destacó el técnico en la sala de prensa.

Valverde admitió que en el tramo final de la primera parte el Athletic «lo ha pasado mal» con los «cambios de juego» del equipo grana y que esa «ha sido una de las razones» por las que decidió variar su dibujo táctico tras el descanso y pasar a jugar con tres centrales. El técnico, además, confió también en que este marcador y la mejoría experimentada en el juego les impulse de cara al «fundamental» partido de Liga del próximo domingo contra el Rayo Vallecano en San Mamés. «Es verdad que hemos hecho cambios, pero normales dentro de una dinámica de partidos continuados que tenemos. Para eso tenemos una plantilla amplia, para contar con todos. El domingo nos jugamos mucho y necesitamos que la gente se recupere porque los necesitamos frescos», apuntó Valverde. Está claro que si los aplausos ayer se los llevaron Williams o Gurpegi, además del gran partido de Muniain o el de Beñat, justo en el día de su cumpleaños, también el entrenador sale reforzado gracias a esa maniobra de responder a los italianos con su misma medicina y sacarles del partido por completo. En una semana en que ha recibido algunas críticas, el gasteiztarra recobra crédito.

A la venta a los socios 750 entradas para Cornellà y solo 76 para Ipurua

El Athletic dispone de 750 entradas para la vuelta de semifinales de la Copa y de solo 76 para el encuentro en Eibar. Las entradas para Cornellà-El Prat, el 4 de marzo, son todas a 50 euros y las de Ipurua, tres días antes, a 40. La incripción se abre hoy. De las 750 localidades, la entidad pondrá a la venta 600, mientras que las 76 de Eibar las destinará a sus socios. En cualquiera de los casos, si el número de peticiones sobrepasase al de entradas, se realizaría un sorteo entre los socios. J.V.