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La «agresión» pudo ser un montaje

La supuesta agresión a una joven en Gasteiz, que tuvo gran eco informativo hace dos semanas y fue usada por Vox y PP para apuntar a «menas», ha sido desmontada por la Ertzaintza. «No ha encontrado datos ni ningún rastro» que confirmen el supuesto ataque e investigará a la denunciante, que fue candidata de Vox en 2015 en las elecciones forales de Araba, porque podría haber incurrido en una «apariencia de delito».

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El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, señaló ayer en Bizkaia Irratia que, tras la investigación llevada a cabo, la Ertzaintza «no ha encontrado datos ni ningún rastro» que confirmen el ataque que supuestamente sufrió una mujer al ser agredida por 4 jóvenes en Gasteiz el pasado 24 de octubre. Y ha abierto la vía a actuar contra la joven por denuncia falsa, apuntando a un montaje tras el que aparece la sombra de Vox por dos factores: su condición de excandidata de este partido y la utilización hecha por Vox del hecho para señalar a menores no acompañados de origen magrebí.

Hay que rebobinar para acudir a un hecho que desde el principio suscitaba dudas, aunque obtuvo gran realce en buena parte de los medios. Una de las cuestiones llamativas era el interés de la joven, en declaraciones en diversos medios, en afirmar que aquella no era una agresión de carácter machista y en tratar de poner el foco sobre el origen de los supuestos agresores. Esto llegó a decir en un canal televisivo de derechas: «Estoy convencida de que si llegan a ser cuatro madrileños se pone que fueron cuatro madrileños. Pero han sido cuatro magrebíes. Es que hay que llamar a las cosas por su nombre. Han sido cuatro magrebíes y punto. Con odio, han ido a hacer daño. Está pasando... No quiero que mañana le pase a una niña de 15 años. O les echamos o hacemos algo o va a seguir pasando. ¡Vete a tu país! Yo si voy a tu país acepto tu cultura. Si me tengo que poner un velo, me lo pongo encantada. Si vienes aquí no me trates a mí como tratas a las mujeres en tu país. [...] Irene Montero, ¿me ha escrito? ¡No! Porque son sus niños. Las feministas tenían que estar en la calle, pero son los niños a los que les dan la paguita».

También fue llamativo el modo en que PP y Vox corrieron a denunciarlo y cómo acapararon la concentración de protesta hecha el día siguiente en el Batán.

El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, corrigió en parte el mensaje de la joven al situar lo ocurrido como ataque machista (aunque ahora se demuestre que en realidad no hubo agresión alguna). Y al día siguiente el propio fiscal jefe de Araba salió a la palestra para negar un incremento de la criminalidad en Gasteiz, dado que la campaña desatada por la derecha (desde el PP al PNV) insistía en este discurso. Urtaran llegó a decir que «estos desalmados merecen un castigo ejemplar», mientras Ainhoa Domaica (PP) añadió que «esta gentuza sobra en nuestra ciudad» y Amaia Martínez (Vox) aseveró que la habían agredido al grito de «fascista».

Todo ello se viene abajo y abre una nueva investigación con mucho recorrido a la vista. Entre otras cosas, porque la denunciante se retrató con marcas en el rostro, en una imagen recogida por el Grupo Vocento. Ahora ha trascendido además (así lo recoge Eldiario.es) que Begoña L.V. fue candidata de Vox en 2015 en las elecciones forales en Araba, aunque ahora al parecer no reside aquí.

Ya hay denuncia contra ella

En sus declaraciones, Josu Erkoreka señaló que, por un lado, la mujer presentó una denuncia en los juzgados y, por otro, la Ertzaintza abrió una investigación «seria y profunda» para tratar de esclarecer lo sucedido.

Según las fuentes manejadas y una vez analizadas las imágenes de las cámaras, la Ertzaintza afirma que «no hay datos ni imágenes» que «corroboren las declaraciones realizadas por la mujer». Por ello la interpuesto una denuncia ante el juzgado, porque la mujer podría haber incurrido en una «apariencia de delito» y «esto habrá que investigarlo», indicó Erkoreka.

El vicelehendakari explicó que el martes la Ertzaintza puso esas diligencias ante el juez, por lo que, por un lado, deberá investigar la denuncia realizada por la mujer y, por otro, la interpuesta por la propia Ertzaintza.

En caso de que se confirmara que la denuncia es falsa, el hecho sería «muy grave» porque iría contra la convivencia y la pluralidad de la sociedad. «Son términos hipotéticos porque no se sabe todavía, pero si fuera así tendría una gravedad social y política», concluyó Erkoreka.

Por parte del mismo Gobierno, la consejera de Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, añadió en que si se confirma que la denuncia fue falsa «se hace un flaco favor» a las víctimas de la violencia machista.

Asimismo, sobre el origen magrebí que la denunciante atribuyó a sus supuestos agresores, Artolazabal señaló que esa alusión al origen introduce un componente adicional, ya que se está apuntando a un colectivo «sensible y estereotipado».