En el encuentro, además de Vladimir Putin y Petro Poroshenko, participarán además varios altos cargos de la Unión Europea que, junto a Estados Unidos, ha impuesto sanciones a Moscú por su papel en el conflicto debido a su apoyo a los rebeldes prorrusos.
De cara al mismo, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha sostenido que Occidente no debe poner toda la responsabilidad sobre las espaldas de Moscú. «Espero que nuestros colegas occidentales (...) no leguen con la expectativa de que sucederá algo mágico que solucione las cosas», ha dicho.
Además, la reunión entre Putin y Poroshenko tendrá lugar horas después de que Kiev haya asegurado haber capturado a diez soldados rusos en el este del país y de que el mandatario ucraniano disolviera el Parlamento y convocara elecciones legislativas para el 26 de octubre.