Maitane ALDANONDO

Un sistema para monitorizar la salud desde el inodoro

La startup bizkaitarra S-There Technologies ha desarrollado un dispositivo inteligente que controla parámetros biomédicos a través de la orina. Tras su paso por varias aceleradoras del sector salud, están en las fases previas al lanzamiento del producto en 2021.

Controlar la salud sin cambiar la rutina diaria o salir de casa es una ventaja especialmente interesante para los enfermos crónicos. Más aún si se hace de forma no invasiva. El dispositivo inteligente desarrollado por S-There Technologies permitirá prevenir los problemas de salud a través de mediciones automáticas de la orina.

El proyecto empresarial nació en el seno de un programa de innovación biomédica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Bilbo y se fue perfilando en una estancia de seis meses en Boston. Poco después surgió la oportunidad de participar en la aceleradora Startupbootcamp de Digital Health en Chengdu (China). Y como no hay dos sin tres, el año pasado fue una de las seis empresas que la aceleradora de la compañía farmacéutica Bayer, Grants4Apps Accelerator, escogió de entre cerca de 1.800 propuestas. Ese programa está dirigido a proyectos innovadores del sector salud, a los que otorga la posibilidad de desarrollar su iniciativa en la sede berlinesa de la multinacional durante cien días, contando con mentores y asesores relevantes, y concede 50.000 euros de financiación. &discReturn;

Tras pasar los primeros años de la startup en el extranjero, han fijado su sede en la incubadora de BIC Bizkaia Ezkerraldea. En estos meses han recibido la ayuda para la creación de nuevas empresas de BEAZ y Ekintzaile. Así mismo, tras un proceso llevado a cabo en Bizkaia y Gipuzkoa, S-There acaba de ser seleccionada por la aceleradora MassChallenge para una nueva estancia en Boston que empezará este mismo mes.

Todas estas oportunidades les han ayudado «a madurar profesionalmente, personalmente, a nivel de empresa… Empiezas con una idea y te das cuenta de que necesitas aprender de todo. En esos sitios donde te dan recursos, contactos... es una manera muy fácil de avanzar rápido, que es lo que solemos querer las startups», comenta Eider Zabaleta, química y socia fundadora de la iniciativa junto a Adrián Gómez, enfermero. Ambos lideran un equipo multidisciplinar con perfiles científico-sanitarios, así como de diseño o data science.

Crearon la sociedad limitada en junio de 2017, financiando la iniciativa con aportaciones propias y hasta completar un capital social de 72.000 € gracias a la entrada de inversores. La joven entiende que emprender «se basa en retarte a ti misma a nivel profesional y personal. Nos motiva, nos gusta, y se aprende mucho. Te juntas con gente que de verdad te apoya y eso te fortalece».

Resultados y alertas en tiempo real

El sistema ideado por S-There consiste en un dispositivo con sensores que se coloca dentro del inodoro. El aparato está vinculado a un smartphone y se activa cuando detecta su cercanía. Su funcionamiento es sencillo: analiza la orina para detectar niveles de sangre, glucosa, proteínas, hidratación, infecciones de orina y flujo urinario; envía los datos a la nube, donde los algoritmos buscan patrones y relaciones entre las distintas variables, y finalmente muestra los resultados en la aplicación móvil.

De este modo, este innovador desarrollo permite la monitorización no invasiva de los pacientes crónicos. Por un parte, ayuda a los usuarios a llevar mejor su enfermedad, colaborando en el autocuidado; y, por otra, facilita el seguimiento médico por parte de los profesionales, ya que envía avisos si detecta patrones problemáticos. «Nos centramos en el paciente y en el equipo médico, dándoles a ambos el acceso de los datos. Además, gracias a que el dispositivo está conectado a la nube, permite crear alertas en tiempo real», nos explica Zabaleta.

Al ser un aparato médico, debe pasar ciertos procesos que dilatan la puesta a punto del producto. Para validar el dispositivo, este mes empezarán un estudio clínico en colaboración con el Hospital de Cruces dirigido a pacientes con enfermedad renal. Si los resultados de la validación son los esperados, tras las modificaciones que pueda requerir, comenzarán el proceso de certificación del producto en diferentes organismos, «para empezar el año de otra manera».

Calculan que el producto llegará al mercado en 2021, pero ya trabajan en su estrategia comercial, que pasa por mantener su base en Bilbo y desde aquí intentar entrar en distintos mercados, adaptándose al ecosistema particular. Lo dirigirán a proveedores de salud como aseguradoras y no tanto a los usuarios finales, ya que entienden que «esos pacientes crónicos están cubiertos por una aseguradora, ya sea pública o privada».

En general, van cumpliendo los objetivos fijados. «Cada vez estamos más enfocados aunque, como toda startup, empezamos con una idea y después de contarlo muchas veces, hablarlo con profesionales clínicos o de otro campo, vamos rellenando los huecos». En estos meses de trabajo han tenido tiempo de conocerse a sí mismos y de ver cómo trabajan y funcionan juntos: «Poco a poco nos estamos acercando a donde queremos llegar».