Con un final velocísimo –el pelotón ha rodado a casi 60 kilómetros por hora en el último tramo– gracias a la orografía del recorrido y el viento a favor, Bennett ha culminado el trabajo de su equipo y se ha aprovechado de que Fernando Gaviria (UAE) se ha quedado en el puerto de Tibi.
Jon Aberasturi (Caja Rural) ha cumplido con un meritorio cuarto puesto, por detrás de Edward Theuns (Trek) y Luka Mezgec (Mitchelton). El gasteiztarra dispondrá mañana de otra nueva oportunidad en una etapa, también llana, que saldrá de Cullera y finalizará en El Puig.
Los grandes protagonistas de la jornada han sido el trío formado por Ángel Madrazo, Diego Rubio –ambos del Burgos BH– y Héctor Sáez (Euskadi Murias), que han conformado una escapada desde el banderazo de salida. Su aventura, en la que han llegado a tener más de seis minutos de ventaja, ha muerto en la citada subida a Tibi, con un pelotón ya lanzado en pro de los sprinters.
Al menos Madrazo, que ha llegado a quedarse solo en cabeza de carrera, ha ido acumulando puntos para reforzar su liderato en la Montaña, ya que la llegada en solitario parecía una tarea harto imposible, máxime con la dura lucha entre los equipos con velocistas.
Algunos de ellos, como Jumbo y Bora, con un Movistar siempre atento en segundo plano, han puesto un ritmo frenético en las rampas de Tibi para eliminar a un rival directo, como es Fernando Gaviria, que no está viviendo su mejor temporada. Tras descolgarse, sus compañeros Sergio Henao y Marco Marcato han intentado devolverle a la dinámica del pelotón, pero tras varios kilómetros de ímprobo esfuerzo, no lo han logrado.
Así las cosas, el pelotón ha descendido a mil por hora en dirección a Alicante, donde Bennett, que parece que cambiará de aires la próxima campaña, ha demostrado una superioridad insultante y apunta a ser el favorito en las llegadas masivas de esta edición de la Vuelta.