Tal y como se había anunciado y siguiendo el camino emprendido por Jordi Cuixart, el exconseller Jordi Turull se ha convertido en el segundo preso del procés que ha presentado ante el tribunal de Estrasburgo un recurso contra la sentencia del 1-0 por vulneracion de derechos fundamentales.

Tras presentar el recurso, los abogados del exconseller han comparecido junto al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ante el Parlamento Europeo, donde han asegurado que llegar a Estrasburgo «simboliza que, después de una larga travesía por el desierto de la justicia española, por fin nos encontramos en Europa».

«En la justicia europea, los árbitros no están comprados y el terreno de juego es neutral. Se abre un periodo de esperanza sobre la restitución de los derechos que se han vulnerado», ha dicho en la misma línea el propio Puigdemont.

Uno de los abogados de Turull, Jordi Pina, ha precisado que el recurso se centra en la vulneración del derecho al juez predeterminado por la ley, ya que consideran que el juicio debería haberse llevado a cabo en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y no en el Supremo español, o del derecho a un juez imparcial.

También recuperan los votos particulares de los jueces que discreparon con la sentencia del Constitucional que rechazaba el recurso de Turull sobre la defensa del derecho a la manifestación pacífica y el derecho a la libertad de expresión.

El recurso, para el cual se ha solicitado la tramitación urgente, se ha presentado en catalán ante el TEDH.

El pleno del Tribunal Constitucional había rechazado el pasado 23 de abril por mayoría el tercer recurso contra la sentencia del procés, en esta ocasión sin unanimidad y por mayoría de siete votos, con dos votos particulares.

«Ahora sí que nos podremos defender ante un organismo serio, que no se mueve ideológicamente en términos de venganza», había afirmado Turull después de que se desestimara este último recurso, en referencia a su siguiente batalla legal en Estrasburgo.

El recurso de Turull se produce un día después del presentado por el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que lo presentó en catalán y acompañado de unos 60 informes que ocupan 2.009 páginas, entre ellos los pronunciamientos de organismos internacionales que han pedido la liberación de Cuixart y resoluciones de otros tribunales europeos sobre el caso.