Seis jornadas para disfrutar del buen ciclismo con su dosis de emoción. Es lo que vaticina Itzulia 2022, que dispondrá de un trazado sinuoso, en el que parte como principal favorito el esloveno Primoz Roglic, si termina participando, tal y como tiene previsto.
La 61ª edición de la ronda vasca se iniciará el 4 de abril con una contrarreloj por Hondarribia y concluirá el día 9, coincidiendo con la subida al Alto de Arrate, punto en el que los principales analistas convienen en que puede decidirse el vencedor final de la prueba.
Las primeras «pequeñas diferencias», en palabras del excorredor Roberto Laiseka y director de recorridos de la organización, se pueden producir en dicha crono, que tendrá un recorrido de 7,5 kilómetros por la localidad guipuzcoana y con una subida puntuable para el premio de la montaña, en la que habrá medio kilómetro –Castillo San Telmo– al 9% de desnivel.
La segunda jornada se desarrollará entre Leitza y Biana. Será la más larga y una buena oportunidad para las fugas, que tendrán su principal enemigo en aquellos equipos que traten de controlar una llegada al sprint en tierras navarras. Se ascenderán los puertos de Uitzi –3,7 kilómetros a casi el 7% de media–, Lizarraga –9,5 kms. a algo más del 5%– y el Alto de Aguilar –12,6 kms. al 3,1%–, este último a 30 kilómetros de la meta.
En la tercera etapa, que discurrirá entre las localidades arabarras de Laudio y Amurrio, la clave radicará en las «dos vueltas a un circuito rompepiernas» –se ascenderán por partida doble Opellora (un kilómetro al 13%) y Ozeka (3,6 kms. al 7,4%)– y que pueden atragantarse a más de uno de los candidatos al triunfo final. Previamente, casi al inicio, se subirá Altube –4,5 kilómetros al 5,7%–.
El cuarto día se saldrá desde Gasteiz y los cicistas pedalearán hasta llegar a Zamudio, en un terreno «muy pestoso» que culminará con una exigente subida final en la que los favoritos pueden marcar diferencias sobre el resto. Esta será a Vivero –6 kms. al 6,3%–, puerto que también se ascenderá en el primer tercio, aunque por otra cara –4,4 kms. al 7,2%–, además de Jata –9,1 kms. al 3%– y Urruztimendi –1,9 kms. al 11%–.
La quinta jornada partirá partirá de Zamudio y finalizará en Mallabia, con «un final explosivo en una rampa del 16% en el último kilómetro», ha descrito Laiseka, para quien puede ser también un buen lugar en el que meter tiempo a los rivales. Previamente, se subirá Paresi –9 kms. al 3,4%–, Bedarona –2,1 kms. al 7,1%–, Gontzagaraigana –2,6 kms. al 6,5%–, Trabakua –3,3 kms. al 7,1%– y Karabieta –6,7 kms. al 5,6%–.
En todo caso, el exciclista de Gernika se ha mostrado convencido de que será en la última, y etapa reina, en la que se decidirá el vencedor de esta 61ª edición, al subirse el Alto de Arrate –4,5 kms. al 8,8%–, del que ha destacado su carácter «selectivo», además de considerar que el ganador deberá «contar con un buen equipo» para poder controlar su final.
No en vano, el pelotón deberá sortear antes un buen número de escollos, empezando por Elkorrieta –2,6 kms. al 6,7%– y siguiendo con Endoia –5,3 kms. al 6,8%–, Azurki –5,1 kms. al 7,4%–, Gorla –9,6 kms. al 5,7%–, Krabelin –4,1 kms. al 10,5%– y Urkaregi –5 kms. al 4,8%–.
Roglic, triple ganador de la Vuelta, defenderá el título conseguido en la pasada Itzulia, aunque tendrá enfrente un importante elenco de contrincantes, entre los que destaca su compatriota Tadej Pogacar, con quien ya mantuvo un interesante mano a mano el año pasado.