Los partidos españoles se enredan ahora con el exceso del déficit
El déficit del Estado español en 2015 fue del 5,16 % del PIB, casi un punto más de lo pactado con la UE y por encima de las previsiones que hasta el último momento mantuvo el Gobierno de Rajoy. El dato entró de lleno en el cruce de declaraciones sobre las negociaciones para la investidura y se convirtió en arma arrojadiza entre los partidos.
Ni Podemos ni Ciudadanos han podido tener incidencia con su gestión en que el déficit del Estado español se cerrara en 2015 por encima de lo pactado con Bruselas. Pero como en estas fechas todo vale para afianzar las posiciones tácticas de cada partido de cara a la posible investidura de un nuevo presidente, el responsable de Economía, Industria y Conocimiento de Ciudadanos, Luis Garicano, aprovechó ayer el dato para lanzar la apocalíptica profecía de que un Gobierno que pusiera en práctica el modelo económico de Podemos llevaría al Estado español a «una situación de rescate o próxima».
El caso es que el déficit del conjunto de las administraciones del Estado español fue en 2015 de 55.755 millones de euros, equivalentes al 5,16 % del PIB, casi un punto por encima del 4,2% pactado con Bruselas. Se trata de un «detalle» que golpea en la línea de flotación del Gobierno de Mariano Rajoy y del PP, uno de cuyos pilares de la campaña electoral fue alardear de gestión económica, ajustada a las exigencias europeas. Hasta ayer mismo, cuando la cifra estaba ya encima de la mesa, el PP insistía en las redes sociales en que «el cumplimiento del déficit público y la estabilidad presupuestaria han sido los grandes éxitos de esta etapa»
Antes de las elecciones, desde Bruselas ya se venía avisando de que el Gobierno español no iba a poder cumplir la cifra pactada, pero el PP intentó vender esas advertencias como maniobras del comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici, al que acusaban de dejarse llevar por su intereses partidistas como dirigente del PS francés.
Así que cuando ayer la realidad le estalló en las manos al Gobierno del PP, su ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, optó por eludir cualquier tipo de responsabilidad y culpar de lo ocurrido a «las autonomías» y a los tratamientos contra la hepatitis C.
El PSOE no se fía
Con los nuevos datos en la mano, tanto desde el PSOE como desde Podemos se aseguró que el incremento del déficit hace todavía más necesario un cambio de Gobierno.
El responsable económico del equipo negociador del PSOE, Jordi Sevilla, avisó de que lo primero que tendrá que hacer el próximo gobierno una vez tome posesión será encargar a la autoridad fiscal independiente una auditoría acerca de «la situación real de la herencia presupuestaria» que «deja» Rajoy.
Sevilla recalcó que estos datos hacen aún «mucho más urgente un cambio de gobierno» y admitió que dificultan la labor del próximo inquilino en La Moncloa. De hecho, reconoció que en las filas del PSOE están «muy preocupados» por que esta desviación «deja un lastre muy importante sobre el conjunto de España y sobre el próximo gobierno».
Línea directa PSOE-Ciudadanos
Pero la alternativa que ofrece el PSOE va de la mano de Ciudadanos y el programa que ya tienen pactado. Jordi Sevilla explicó ayer que antes de comparecer ante los medios había conversado con su homólogo en Ciudadanos, Luis Garicano.
El responsable económico del equipo negociador del PSOE apuntó que si consiguen poner en marcha su acuerdo de gobierno el objetivo sería emprender una negociación con las autoridades europeas para relajar la senda de cumplimiento del déficit. Además, espera que Bruselas «suspenda la aplicación de las eventuales sanciones» derivadas de la desviación en 2015.
Esta línea directa entre PSOE y Ciudadanos tiene la derivada de que el partido de Albert Rivera ya ha dejado claro que ni participará ni apoyará con su abstención un gobierno en el que esté Podemos. Prefiere elecciones.
Luis Garicano insistió ayer –y en esto coincidió con varios portavoces de Podemos– en que la política económica que defiende su partido y la que propone la formación de Pablo Iglesias resultan totalmente diferentes. «Sus planes no son posibles», avisó, y añadió que llevarían al Estado español a una «situación de rescate o próxima» al mismo.
De hecho, el portavoz económico de Ciudadanos limitó incluso la capacidad de Podemos de introducir cambios en la parte económica del pacto de legislatura que firmaron con el PSOE. Según Garicano, «no puedes elegir lo que te gusta y lo que no». A su entender, «el acuerdo tiene que ser integral», dado que «unas medidas se compensan con otras».
Donde estábamos el martes
De esta forma, lo que se observa es que pese a las palabras más amables que intercambiaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en su reunión del miércoles, y las constatación de que Podemos está dispuesto ha hacer cesiones, en el PSOE impera la idea de que no cabe un acuerdo que pueda considerarse de izquierda. Es decir, las cosas están como antes de la reunión.
Y sobre Pedro Sánchez sigue pendiendo la espada de lo que decida hacer la presidenta andaluza Susana Díaz. Sus palabras de apoyo al secretario general del PSOE se entremezclan con los movimientos para tratar de sustituirle. Mañana sábado se reune el Comité Federal del partido y en él surgirán nuevas pistas sobre cómo está la situación interna en el partido.
A Podemos Euskadi «le costaría» renunciar al derecho a decidir; En Comú Podem lo descarta
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, situó la cuestión del referéndum catalán como una «línea roja» infranqueable para su partido nada más conocerse los resultados del 20 de diciembre, pero ahora sus palabras al respecto resulta mucho menos contundentes. En la reunión de anteayer con su homólogo del PSOE, Pedro Sánchez, propuso que este tema sea uno de los que quizás puedan abordarse posteriormente a una eventual investidura, y lo relegó a una negociación entre los dos cabezas visibles de estas formaciones en Catalunya: Xavier Domènech, de En Comú Podem, y Miquel Iceta, del PSC.
Domènech dijo ayer desconocer todavía cómo se articularían estas conversaciones. Se negó igualmente a hablar de «líneas rojas» porque «uno no debe hablar de condiciones para sentarse a negociar», pero sí dejó caer que «es evidente que si no llegamos a una solución sobre el tema del derecho a decidir de los catalanes, esto se encalla». El líder de En Comú Podem considera que el referéndum sobre si Catalunya debe ser o no un Estado independiente tiene que terminar siendo el punto de consenso entre ambos partidos, si bien esa opción parece hoy día muy lejos de ser aceptada por el PSOE.
En Euskal Herria, la posición de Podemos parece aún menos firme que en Catalunya. El secretario de Organización de Podemos Euskadi, Lander Martínez, señaló ayer en una entrevista a Herri Irratia-Radio Popular que para su formación «sería muy difícil» renunciar al derecho a decidir «cuando ha sido uno de los grandes ejes» de la exitosa campaña del 20D. «Sí que es cierto que nos costaría, y en Podemos Euskadi no nos gustaría nada hacer una renuncia de este tipo», se limitó a opinar.
A su juicio, si en la negociación en Madrid entre las delegaciones de Sánchez e Iglesias se vislumbrara esa renuncia, «presionarían los Círculos, y no solo los Círculos, sino mucha gente que pueda tener cargos públicos y cargos orgánicos que tienen muy claro que esa es una forma de avanzar clara en conflictos territoriales como los de Euskadi o Catalunya».
«Se ha demostrado que el derecho a decidir y el referéndum son soluciones muy bien acogidas, por ejemplo en Catalunya, donde el conflicto en este momento está mucho más abierto, mucho más enconado, y hay un parlamento dividido en dos partes, que no se escucha una a la otra», destacó Lander Martínez.
No obstante, recalcó su deseo de que en el Estado pueda conformarse lo que Podemos denomina como «un gobierno a la valenciana». Y en esta línea admitió que hay que hablar «de esas renuncias que hay que poner encima de la mesa en más conversaciones y en un proceso de negociación ya bien establecido, con los dos equipos, en los que se pongan planes de Gobierno».
Mariano Rajoy se dejará ver el domingo en «Salvados»
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha consentido dejarse entrevistar por Jordi Évole para su programa «Salvados», que se emitirá en televisión este domingo. Un paso impensable hace unos meses y que demuestra la importancia que los medios y determinados formatos televisivos han adquirido en la política en el Estado español.GARA