Iñaki Berregi, Donostia

Acoso al euskera

Estamos padeciendo el mayor acoso al euskera que se ha producido en muchos años. Algunos sindicatos y partidos están recurriendo sistemáticamente los perfiles de euskera que se ponen en diferentes administraciones, alegando que discriminan a los que no saben euskera. Los últimos casos han sido ciento y pico puestos en la Diputación de Gipuzkoa y doscientos y pico en la de Bizkaia. Los jueces están dando sistemáticamente la razón a estos recursos. A este paso, no se va a poder pedir euskera en ningún sitio.

¿Dónde están los derechos de los euskaldunes? ¿Cómo vamos a dirigirnos en euskera a cualquier administración si hay gente que desconoce el idioma? Aunque en una ciudad o pueblo sepan euskera, pongamos por caso, sólo el 50% de la población, si sólo ese porcentaje de administrativos saben euskera, la atención en este idioma no está garantizada. Téngase en cuenta que al 100% de administrativos se les pide saber castellano y que la atención en este idioma sí que está garantizada. Los discriminados somos siempre los euskaldunes.

¿No firmó España la Carta Europea de Lenguas Minoritarias? Uno de sus artículos dice: «La adopción de medidas especiales en favor de las lenguas regionales o minoritarias con el fin de promover la igualdad entre los hablantes de estas lenguas y el resto de la población no se consideran como un acto de discriminación contra los hablantes de lenguas de uso más extendido». El pedir el conocimiento del euskera para la administración, ¿no es una de estas medidas especiales? ¿Qué hacen nuestros políticos que no dicen casi nada sobre esto? Una dirigente del PNV llegó a decir que no había acoso al euskera, «solo» falta de sensibilidad en algunos jueces. ¡¡Pues menos mal!! A los políticos de Bildu les he oído quejarse algo más, pero tampoco mucho. Al resto de los partidos ni se les oye ni se les espera. Solo se han movido el periódico Berria y Kontseilua, que organizó una manifestación en Bilbao.

Ya sé que los ciudadanos de esta comunidad tienen problemas muy importantes como la precariedad laboral, Osakidetza o el precio de los pisos, y me parece bien que se hable y discuta de ellos. Pero creo que el euskera forma parte de la cultura de este país y si desaparece, se perderá gran parte de su personalidad. Por desgracia, esto no parece importar demasiado a nuestros políticos. Y eso que estamos en precampaña electoral.

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