Manu Ballesteros

Entre perversos e ingenuos

De la misma forma que la actitud miserable de unos hizo subir el independentismo, el comportamiento inmaduro y tontaina de otros lo puede hacer bajar.

El sadismo vengativo de los primeros metiendo en la cárcel a unas personas que nunca debieron entrar (el tiempo estoy seguro que así lo dirá) y el infantilismo ingenuo de no querer ver lo evidente, son cuestiones muy injustas y cansinas... ja ni ha prou!

Para cuestiones extraordinarias y legitimas habría que tomar medidas igual de excepcionales, aportando datos indiscutibles, como pasó en Eslovenia en 1990 en el que el 88% del censo votó por la independencia, quizás no haya que ser tan rotundos, pero tampoco que sea solo un 38%.

Pero este sencillo razonamiento qué difícil es de asumir cuando va en nuestra contra, por ejemplo aplazando temporalmente esta pretensión legítima para intentar conseguir más respaldo o sentándose a hablar de estas cuestiones tan sensibles, sobre todo cuando unas enseñas nacionales ciegan principalmente los dos ojos derechos de los perversos y de los ingenuos.

Que se legitimen golpes de Estado a sangre y fuego, y que no se pueda votar con una suficiente, libre y mayoritaria representación, no lo entenderé nunca.

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