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Dos acusados por abusos sexuales en sanfermines niegan los hechos y un tercero llega a un acuerdo

El Palacio de Justicia de Nafarroa ha acogido tres juicios por sendos casos de abusos sexuales producidos por tocamientos a mujeres durante los pasados sanfermines, en dos de los cuales los acusados han negado los hechos y en el tercero se ha llegado a un acuerdo de conformidad.

Ya han comenzado a celebrarse los juicios por los abusos sexuales en fiestas. (Idoia ZABALETA/ARGAZKI PRESS)
Ya han comenzado a celebrarse los juicios por los abusos sexuales en fiestas. (Idoia ZABALETA/ARGAZKI PRESS)

En la primera de las vistas rápidas, Stephane C., originario del Estado francés y acusado de comisión de delito de abusos sexuales, y para quien el Ministerio Fiscal solicitaba un año de prisión, ha negado rotundamente el tocamiento «de glúteos, cadera y espalda» denunciado en su día por la víctima, a la que abordó por la espalda en un bar de la Plaza del Castillo, según constaba en la denuncia.

«Lo más lejos que tengo en mente es hacer cosas de las que se me están acusando», ha manifestado, unas declaraciones que han apoyado algunos testigos, que han asegurado que «en absoluto» vieron el acto en cuestión.

Sin embargo, aunque la víctima ha manifestado que «pudo ser» que fuera el acusado quien realizara el tocamiento, una de las testigos se ha mostrado «completamente convencida» de que fue él: «Vi cómo el acusado le tocaba el culo, yo vi y ella sintió», ha asegurado, tras apuntar que ella se encontraba de frente al denunciado y la víctima de espaldas a él.

El Ministerio Fiscal ha considerado que las explicaciones «no concuerdan para nada con lo que pudo ocurrir», ya que «parece completamente ilógico» que la mujer se enfrentara al denunciado «sin ningún motivo». «Está perfectamente probado que fue el acusado», ha afirmado la fiscal, que ha mantenido la solicitud de pena de un año de prisión.

Por el contrario, la defensa ha asegurado que «no ha quedado probado» que se cometiera agresión sexual y ha destacado que la denuncia se había interpuesto por «una serie de hechos» que «en absoluto son agresión».

En el segundo, Peyo H., también ciudadano del Estado francés e igualmente acusado de un delito de abusos sexuales y para quien el Fiscal ha solicitado finalmente dos años de prisión en lugar de uno, ha negado «absolutamente» que los hechos se produjeran como se le acusaba.

«No hice nada de eso, pienso que es realmente una agresión sexual lo que describe, pero nunca he hecho ese gesto», ha reiterado el acusado en referencia a los «movimientos de acto sexual» de los que se le acusa de ejecutar hacia una mujer.

El imputado, que ha considerado que la víctima «a lo mejor se equivocó de persona», había interpuesto una denuncia a su vez por denuncia falsa: «Yo no puedo declarar que soy culpable, para mí es muy grave lo que ha hecho esta señora al hacer una denuncia sobre una persona que no es la culpable», ha señalado.

Además, los testigos aportados por la defensa han declarado que «no ocurrió nada de lo que se describe» y que ninguno vio «ningún gesto por el que se le ha detenido», mientras que la víctima, que ha solicitado no declarar en la sala frente al acusado, se ha mostrado «absolutamente segura» de que él fue el agresor.

El Ministerio Fiscal ha considerado que «nadie puede tener ninguna duda de que la denuncia es rigurosamente cierta», y que el problema era «si el autor de los hechos era o no el acusado». «La autoría se ha visto claramente -ha apuntado-, sin ninguna duda es el acusado el que cometió estos hechos».

Por su parte, la defensa ha exigido que prevalezca «el derecho fundamental de presunción de inocencia» de «cualquier persona juzgada». «Tenemos como único testimonio la denuncia de la denunciante con un montón de resquicios y tambaleándose», ha añadido, tras señalar que «no han quedado probados los hechos».

Por su parte, el tercer acusado, el también ciudadano del Estado francés, Didier L., ha llegado a un acuerdo de conformidad por el cual el Ministerio Fiscal ha retirado la acusación por delito de abuso sexual y la defensa ha aceptado la condena de delito leve de lesiones, por la que pagará una indemnización de 500 euros a la víctima y 360 euros de multa.

Los hechos tuvieron lugar también en la madrugada de uno de los días de sanfermines en un bar de Iruñea, donde el acusado propinó un «golpe en el trasero» a la víctima.

Estos son los primeros juicios que se celebran en relación a las agresiones y abusos sexuales registrados en los pasados sanfermines y que generaron una multitudinaria respuesta de rechazo por parte de la ciudadanía.