China estaba considerando un arancel de 15% para los productos estadounidenses, incluyendo fruta seca, vino y tubos de acero, y uno de 25% para los productos de cerdo y aluminio reciclado, según ha informado el Ministerio de Comercio chino en un comunicado.

El Ministerio ha asegurado que ha reunido una lista de un total de 128 productos estadounidenses que podrían ser objeto de aranceles si ambos países no logran llegar a un acuerdo sobre los asuntos comerciales.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves el memorándum «centrado en la agresión económica de China» que permitirá imponer aranceles a una serie de productos procedentes del gigante asiático, que se concederán en un plazo de 15 días y cuyo alcance podría llegar a suponer unos 60.000 millones de dólares (48.760 millones de euros).

Trump ha decidido dejar fuera de las medidas comerciales a sus socios norteamericanos –Canadá y México–, así como a los países de la Unión Europea, a Australia, Corea del Sur, Brasil y Argentina.

El Ministerio de Comercio chino ha informado de que las medidas se implementarían en dos etapas: primero, el arancel del 15% a 120 productos, incluidos tubos de acero y vino por valor de 977 millones de dólares (alrededor de 791 millones de euros), y más tarde el arancel superior del 25% sobre el cerdo y el aluminio por valor de 1990 millones de dólares (1613 millones de euros).

«Tenemos la intención de imponer aranceles a ciertas importaciones estadounidenses para compensar las pérdidas causadas a los intereses chinos por los aranceles de Estados Unidos sobre el acero y el aluminio importados», ha señalado el Ministerio.

Además, el Ministerio ha añadido que emprendería acciones legales en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para mantener la estabilidad de las reglas de comercio mundial, pero también ha señalado que espera resolver los problemas con Estados Unidos a través del diálogo.

El Ministerio de Comercio chino también ha instado a Estados Unidos a evitar llevar las relaciones comerciales bilaterales a un «lugar peligroso».

Además ha asegurado que espera que Estados Unidos retroceda «desde el borde» y que sea prudente en sus decisiones, añadiendo que se opone al unilateralismo y proteccionismo estadounidense.

China ha realizado preparativos completos para defender sus intereses legítimos y no teme a una guerra comercial, aunque asegura que no la quiere.