El abogado de la acusación, Raúl Tenes, ha señalado que los socios demandantes no tenían «los conocimientos necesarios» para tomar decisiones con respecto a sus aportaciones y mantuvieron su «confianza» en Fagor Electrodomésticos, de manera que «solo el 20% solicitó la devolución de sus aportaciones incluso cuando se iba a concurso», porque se les ofrecieron «múltiples mensajes falsos, inexactos e inciertos» sobre el futuro de la cooperativa.

También ha sostenido que la renovación de la emisión de las aportaciones voluntarias en 2011, en vez de emitir nuevas, fue «decisión de la Corporación Mondragon en beneficio» de esta, para evitar «el daño» que podría ocasionar a la misma un «concurso desordenado» de la cooperativa.

Ha insistido en que desde la Corporación y Fagor Electrodomésticos se trasladó «una imagen contable de confianza a futuro», con expectativas «falsas» para evitar «la fuga de capitales».

«Teoría desacreditada»

Por su parte, la abogada de Mondragon, Arantxa Estefanía, ha afirmado que «ha quedado totalmente desacreditada la teoría del engaño», y ha recordado que el concurso de Fagor Electrodomésticos fue declarado «fortuito», por lo que no hay «nada de responsabilidad por mala gestión», lo cual, además, no es objeto de enjuiciamiento en esta causa.

También ha señalado que ha quedado acreditado que los socios tenían «plena información y pormenorizada» de las «dificultades» de la cooperativa y en el proceso concursal «no se ocultó información». La sentencia podría dictarse tras el verano, según la defensa.