Nunca ha estado muy lejos del primer puesto pero tras dos temporadas en las que el título ha volado demasiado pronto, el Athletic vuelve a sentirse llamado a pelear por la gloria. Desde que arrancó la Liga marca el ritmo de la categoría junto a un Atlético igualmente imparable.

Vuelve a disfrutarlo desde el campo Erika, tras haber superado los problemas derivados de un golpe en el talón, aunque lo de «disfrutar» sea relativo. Porque, reconoce, «la Liga es más competitiva cada año. Ya no es que si el Barcelona pincha sale el Atlético más fuerte todavía, es que ante cualquier rival puedes complicarte la vida. No hay más que ver lo que nos costó ganar en Badajoz», recuerda.

Y sabe de lo que habla. No en vano ha entrado en el club de los «250». Un partido más, de hecho, ha disputado ya en Liga con la camiseta rojiblanca, con la que conquistó el título en su primer año en Lezama. Ha pasado desde entonces una década de intentos infructuosos pero la navarra, como sus compañeras, vuelve a ilusionarse. «Siempre decimos “éste puede ser” y luego no llega, son muchos así –confiesa–. Pero es verdad que nos estamos sientiendo bien, que estamos con confianza y que las cosas nos están saliendo bien desde el principio, aunque siempre haya aspectos que mejorar».

Y eso que el inicio fue ciertamente complicado. Tratándose, sobre todo, de un nuevo proyecto, siempre más necesitado de refrendo. «Era duro pero supimos plasmar lo que habíamos trabajado en pretemporada, que también fue dura. Éramos muy conscientes que, de fallar, nos iba a costar mucho remontar y corres el riesgo de venirte abajo, como creo que le está pasando, por ejemplo, al Valencia», explica. Pero el Athletic superó el examen con nota para ponerse en lo más alto, donde sigue. Aunque con «la convicción» de que ese examen se repite «cada semana. No es solo lo que hagas contra tus rivales directos. La Liga también se decide en partidos como el del domingo pasado, en el que tienes que salir muy mentalizado, pensando que quizá te estás jugando toda la temporada en esos noventa minutos».

Así lo hicieron las vizcainas y Erika cree que es una de las mejoras que ha experimentado el equipo esta campaña. «Estamos muy centradas en trabajar para ser mejores, convencidas de que se puede ser siempre un poco mejor. Creo que estamos consiguiendo hacerlo en cada partido, con un punto más de intensidad que se está notando sobre todo fuera. No es casualidad que no nos hayan hecho gol fuera de casa», subraya, aunque recuerda que «el trabajo, la mejoría..., tenemos que mantenerlo toda la temporada sin fallar. Y así esta vez puede que sí sea la buena».