Txikon asegura sentirse «contento y orgulloso»

Cuando Alex Txikon hizo cumbre en los 8.125 metros del Nanga Parbat no tuvo tiempo «ni de llorar ni de pensar» en que acababa de lograr la primera ascensión invernal a ese coloso situado en Pakistán. «Quedaba un descenso muy complicado. No tuve tiempo de pensar al llegar a la cumbre», dijo ayer a Efe Txikon en Islamabad, tocado con el popular gorro afgano "pakul".

El alpinista, que ha subido diez ochomiles, afirmó sentirse «muy contento y orgulloso» por el éxito logrado con temperaturas de hasta 50 grados bajo cero y un fuerte viento constante. «Uno de los momentos más duros fue la noche que pasamos en el campamento 4 tras hacer cumbre. Helaba», indicó el lemoarra.

El vizcaino, el italiano Simone Moro y el paquistaní Ali Sadpara lograron hace justo una semana la primera ascensión invernal al Nanga Parbat, uno de los dos únicos ochomiles, el otro es el K2 que no se había escalado en invierno. Los escaladores se encontraban en expediciones distintas, pero Moro y la italiana Tamara Lunger se unieron al vasco y a Sadpara en la ruta Diamir tras intentarlo sin éxito por la Rupal.

Su logro no ha sentado bien a todos. El italiano Daniele Nardi, que formaba expedición con Txikon y Sapdara, abandonó el campo base hace tres semanas por discrepancias con el de Lemoa y ahora amenaza con acudir a los tribunales. El polaco Tomek Mackiewicz cuestiona que hicieran cima y dice que el GPS de Txikon indicaba otro punto y la estadounidense Cleo Weidlich les felicita pero otorga todo el mérito al paquistaní y llama «clientes» a los otros dos.