Amaia U. LASAGABASTER
FÚTBOL FEMENINO

Los golpes del destino

Tres meses después de dar el salto a Primera con el Santa Teresa y convertirse en la máxima realizadoradel equipo extremeño, Ainize Barea «Peke» sufre la rotura del ligamento cruzado anterior.

Nunca se sabe qué tiene dispuesto el futuro, así que hay que exprimir al máximo los buenos momentos. Lo sabe Ainize Barea «Peke» que, en tres meses, ha pasado del cielo al infierno. Un golpe del destino le llevó en noviembre a debutar en Primera; apenas tres meses después, otro le enfrenta al quirófano y a una larga recuperación.

Fue el 16 de febrero, «en un entrenamiento y a solo cinco minutos de acabar». Sintió el temido chasquido y pronto se confirmó la mala noticia: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Ahora le toca fortalecer la zona «porque no tenía movilidad, no podía estirar, doblar...», la próxima semana pasará por el quirófano y «en octubre espero competir».

Asume que la fecha de regreso es difícil de concretar, «y, aunque lógicamente espero que se vayan cumpliendo los plazos, no me quiero obsesionar con una fecha exacta porque puede ser peor». Pero es precisamente la existencia de esa «pancarta de meta» la que le ayuda a sobrellevar la situación con más ánimo. «Y eso que tengo la sensación de que me han robado de la mano todo lo que estaba disfrutando –admite –. Pero sería mucho peor si no supiese qué va a pasar después». Afortunadamente, el Santa Teresa «se ha portado muy bien conmigo. Aquí todas teníamos contrato por una temporada, porque tampoco sabían seguro dónde podía estar el equipo el año que viene, pero tanto a Marta Parralejo que también se ha lesionado la rodilla, como a mí, nos han ofrecido la posibilidad de seguir la temporada que viene. Y saber eso te da otro ánimo. Sabes que te recuperas y tienes la posibilidad de volver a jugar. Y además hacerlo en Primera».

Una categoría de la que la jugadora vizcaina ha disfrutado desde el pasado mes de noviembre. Siempre con la camiseta del Ugao, con el que dio el paso al fútbol federado y consiguió el ascenso a Liga Vasca, con el curso ya empezado recibió la llamada de Joana Arranz, exfutbolista del Athletic que ese mismo verano había fichado por el Santa Teresa. El equipo extremeño necesitaba gol. En solo seis días «vine, probé, volví para jugar mi último partido con el Ugao y me vine otra vez a Badajoz». Sin darle muchas vueltas «porque con 23 años, tener la posibilidad de ir a un equipo de Primera... O lo cogía o difícilmente iba a tener otra oportunidad. Además, también tenía ganas de independizarme, de vivir otras experiencias... No dudé».

Tampoco tardó demasiado en debutar apenas unos días. Y aunque la adaptación a la categoría –«piensa que unos meses antes estaba en Regional», recuerda– fue dura, «sobre todo a nivel físico», y además le tocó debutar «ante los dos mejores equipos de la Liga, Athletic y Barcelona, imagínate qué diferencia», también en este caso metió la quinta. En su tercer partido se enfrentó al Alcaine y marcó ya su primer gol. Le siguieron otros seis –incluyendo cuatro en Albacete –, lo que le mantienen como máxima goleadora del equipo junto a Estefa Lima. «Ha ido mucho mejor de lo que podía esperar, he jugado, he competido, he marcado...». Y además ahora «habíamos empezado a disfrutar, porque vemos la permanencia prácticamente hecha –el descenso está a 14 puntos– y ahora estamos ilusionadas con la posibilidad de entrar en Copa. Así que la lesión duele un poquito más».

Se lo toma con filosofía. «Por lo menos sé que cuando vuelva será para jugar en Primera. Eso me motivará para trabajar con más ganas», sonríe.

 

Las tres iniciales más temidas y una maldición con nombre de mujer

LCA. Ligamento cruzado anterior. Tres iniciales temidas y una maldición que se deba especialmente en el fútbol femenino. La lesión se da en las mujeres entre cuatro y seis veces más que entre los hombres, debido a factores hormonales, anatómicos y biomecánicos. Hasta el punto de convertirse en una plaga.

Lo son en Primera –Peke y Adriana Martín han sido las últimas–, más aún en determinados equipos –siete en el Athletic en las tres últimas campañas– pero también en otros lares. En el fútbol inglés llegaron a promover un estudio en profundidad hace un par de años, ante la multiplicación de roturas. Las hipótesis fueron muchas –la hierba artificial, la diferente musculatura, la proporción de las caderas...– pero tampoco allí encontraron cura a la epidemia.A.U.L.