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IKUSMIRA

Hacienda y las obscenas cifras del fútbol


Nunca me han gustado las astronómicas cifras que mueve el mundo del fútbol profesional. Y no me refiero solo a los clubs «galácticos» como el Barcelona o el Real Madrid. Cada vez que paso por las inmediaciones de Zubieta y veo salir a los jugadores conduciendo exuberantes Audis R8 o Porsches Panamera valorados en más de 100.000 euros, me surgen muchas dudas.

Y esas dudas se convierten en indignación cuando vemos que la Real Sociedad se ha burlado de todos los trabajadores con nómina al pagar a sus jugadores extranjeros a través de paraísos fiscales para evitar el pago de impuestos. Es cierto que allí donde se mueve dinero siempre existe la tentación de pagar lo menos posible a Hacienda. Pero, hasta que alguien sacó a relucir esa situación, ¿a nadie en la Hacienda guipuzcoana le llamó la atención que Kovacevic cobrase 1.500 euros al mes? Es imperdonable que la Hacienda foral, la nuestra, la que heredamos de nuestros antepasados, la que debe atender las necesidades de los ciudadanos, no actúe desde el minuto uno para atajar esos hechos antes de que salgan a la luz por luchas internas.

Y por si eso fuera poco, hace pocos días nos desayunábamos con la noticia de que un juzgado ha admitido una querella contra el máximo responsable de la Hacienda de Gipuzkoa, el diputado general Markel Olano, por condonar a la Real una deuda de 6,4 millones. Si eso hubiera ocurrido en Madrid o Barcelona, sería un verdadero escándalo (sobre todo en la capital catalana). ¿Por qué aquí la noticia ha pasado casi desapercibida?