Beñat ZARRABEITIA
EL REPORTAJE

Los «otros 23» de Francia

Los jugadores nacidos en el Estado francés que juegan en otras selecciones dan para una lista alternativa.

Un trío formado por Aubameyang, Higuaín y Mahrez en ataque permitiría a cualquier selección soñar con ganar la Eurocopa. Se trata de fútbol ficción, obviamente, ya que juegan por Gabón, Argentina y Argelia respectivamente, pero los tres podrían haber formado la punta de lanza del combinado francés. No en vano, los tres nacieron en suelo galo.

Dobles nacionalidades, casualidades o el collage de procedencias existente en el Estado francés son las razones que hubieran permitido a una larga lista de futbolistas jugar con les bleus. Otros, en cambio, quizá se precipitaron en su elección, sin reparar en la posterior evolución de su carrera.

Lo dicho, entre los delanteros, Pierre-Emerick Aubameyang, natural del departamento de Mayenne, fue internacional sub 19 y sub 21 con Francia. Su padre, también internacional gabonés, fue un jugador con larga trayectoria en equipos como el Laval, Le Havre, Toulouse o Niza. Su madre es de nacionalidad española. La presente temporada, Aubameyang se ha consagrado como uno de los mejores atacantes de Europa, anotando 39 goles en 42 partidos oficiales.

Gonzalo Higuaín, nacido en la ciudad bretona de Brest –en cuyo conjunto local jugaba su padre Jorge–, ha sido el máximo goleador del Calcio. De origen vasco, el progenitor de los Higuaín fue un destacado central en San Lorenzo o Boca. Su hijo Gonzalo cuenta con nacionalidad francesa y no obtuvo el pasaporte argentino hasta alcanzar la veintena. La federación gala trató de convencerle para defender la elástica de les bleus pero finalmente optó por la albiceleste.

El caso de Riyad Mahrez es realmente atípico. Llegó al mundo en Sarcelles, en el norte del Estado francés, en una familia de padre argelino y madre rifeña. Comenzó a jugar en el equipo local antes de pasar al Quimper. Destacó en Le Havre y llamó la atención del Leicester, que a principios de 2014 estaba todavía en la Segunda inglesa. Formó parte de la plantilla de Argelia en el Mundial de Brasil, pero pasó desapercibido en su estreno en la Premier. Sin embargo, de la mano de Claudio Ranieri, ha sido uno de los jugadores más determinantes en el histórico título de los foxes. Elegido como mejor futbolista del año, es codiciado por algunos de los equipos más poderosos del continente.

Cuatro galos en otras selecciones

Leroy Sané es una de las grandes promesas del fútbol europeo y forma parte de la selección alemana que está disputando la Eurocopa. Sin minutos, de momento. Debutó con el conjunto germano el 13 de noviembre de 2015, en París, el mismo día de los ataques contra la capital gala. Cuenta con doble nacionalidad, gracias a su padre Samy. Sus abuelos fueron diplomáticos de origen senegalés y su padre Samy nació en el país africano. Cuando su progenitor apenas contaba con cuatro años, se trasladaron al Estado francés.

Durante su estancia en el servicio militar, Samy Sané fue destinado en las zonas colindantes a la Selva Negra, en la frontera alsaciana. También futbolista, aprovechó para probar con el Friburgo alemán, escuadra a la que convenció. Después de marcar 56 tantos en 106 choques, dio el salto al Nuremberg. Posteriormente, militó en varios conjuntos de Austria y Suiza. Contrajo matrimonio con Regina Weber, gimnasta germana que consiguió la medalla de oro en los Juegos de Los Ángeles en 1984. Sus tres hijos han formado parte de la academia del Schalke, siendo Leroy el más destacado hasta el momento.

En cuanto a los portugueses Anthony Lopes, Raphael Guerreiro y Adrien Silva, por ejemplo, el denominador común de todos, además de formar parte del seleccionado luso, es que han nacido en suelo francés. El meta Lopes en Givors, en los alrededores de Lyon, fruto de una relación entre un portugués y una gala. Con 9 años entró en la cantera del Olympique de Lyon, equipo con el que debutó a nivel profesional en el año 2012.

Una unión similar trajo al mundo a Raphaël Guerreiro en las cercanías de París. Lateral izquierdo nacido a finales de 1993, hincha confeso del Benfica, ha destacado notablemente en el Lorient bretón. Tanto, que el Borussia Dortmund se ha hecho con sus servicios por 12 millones de euros. El padre de Adrien Silva, por su parte, trabajó en una empresa aeronáutica de Angouleme y allí nació el futbolista. No obstante, cuando el actual jugador del Sporting de Lisboa contaba con seis años, la familia retornó a Portugal.

Hermanos de Pogba y Mandanda

Paul Pogba es una de las estrellas de la selección francesa, mientras que su hermano Florentin no es tan conocido. También es centrocampista y juega en el histórico Saint-Etienne. No obstante, a diferencia del juventino, Florentin asomó en Guinea, pero llegó a la Región de París durante su infancia. Fue internacional sub 20 con la selección de Francia, pero en categoría absoluta ha disputado 11 encuentros con el combinado guineano.

El portero Steve Mandanda también forma parte de la lista de Deschamps, pero su hermano Riffi es el meta de la selección congoleña. En una familia con tres cancerberos, Steve es conocido como «Frenchie», debido a jugar con les bleus.

Marruecos, Argelia, Senegal…

El verano de 2014 el Bayern de Múnich pagó cerca de 40 millones de euros por Mehdi Benatia, un central nacido en los alrededores de la capital gala. De padre marroquí y madre argelina, en categoría juvenil jugó tanto con Francia como con Marruescos. En 2012, cuando militaba en el Udinese, aceptó la llamada de los Leones del Atlas para formar parte de su equipo.

La relación de futbolistas nacidos en el Estado francés que defienden los colores de otras selecciones es larguísima. Dando incluso para formar una selección alternativa, que tendría serias opciones de competir por el título de la Eurocopa. Con Argelia, además de Mahrez, actúan también el lateral izquierdo del Nápoles Feozi Ghoulam, el central del Rennes Mehdi Zeffane, el interior del Oporto Yacine Brahimi, el extremo izquierdo del Lyon Rachid Ghezzal, el mediapunta del Valencia Sofiane Feghouli y el delantero del Lille Yassine Benzia. La mayoría de ellos fueron internacionales con Francia en categorías inferiores.

Algo similar se puede decir del equipo de Senegal. Una escuadra integrada por el meta del Rennes Abdoulaye Diallo, el central del Nápoles Kalidou Koulibaly y el pivote del Girondins Ludovic Sané. Una realidad que se extiende también a Wahbi Kazhri, mediapunta corso que forma parte del Sunderland y que en 2012 fue convocado por el equipo galo sub 20. Finalmente, eligió defender los colores de Túnez, el país del que procede su familia.

En la Premier también juegan Yannick Bolasie y Allan Nyom. El primero es un talentoso extremo del Crystal Palace. Natural de Lyon, debido a sus raíces tenía la opción de representar a Francia, Inglaterra y la República Democrática del Congo. En marzo 2013, debutó con los africanos en un partido de clasificación para el Mundial de Brasil contra Libia. Nyom, por su parte, milita en el Watford, nació en la Región de Paris y también ha defendido los colores del Arles-Avignon, Udinese o Granada. Desde 2011, es internacional por Camerún.

Nuevos pasaportes

El futuro de Lucas Hernández está por escribir. Por el momento se ha mostrado como una opción más que fiable para el centro de la defensa del Atlético de Simeone con apenas 20 años. Habitual de las categorías inferiores del conjunto galo, está a la espera de conseguir el pasaporte español. Natural de Marsella e hijo del exfubolista Jean-François Hernández –que jugó con el OM, Compostela o los colchoneros–, podría ser un refuerzo de lujo para el eje de la zaga del combinado hispano.

Una decisión similar a la adoptada por Gianelli Imbula, centrocampista del Stoke City e internacional sub 21 con Francia. Llegó al mundo en Bélgica, pero su familia se trasladó a París. En octubre de 2015 realizó la solicitud para poder jugar con los red devils belgas. Actualmente se encuentra a la espera del permiso de la FIFA para ello.

Una larga lista de bajas

Durante las semanas previas a la Eurocopa, mucho se habló de las ausencias en el conjunto galo. Por un lado, el affaire que provocó la ausencia tanto de Karim Benzema como de Mathieu Valbuena, derivado de un presunto chantaje de carácter sexual del primero sobre el segundo. En las jornadas previas al torneo, el delantero madridista acusó a Deschamps de haber sucumbido a la presión de «una parte racista del país».

No fue el único escándalo que salpicó al organizador, a finales de abril, el defensa Mamadou Sakho dio positivo por haber ingerido un quemador de grasa que contaba con una sustancia prohibida. Sancionado por el Comité de Ética y Disciplina de la UEFA, está ausente del campeonato. Al igual que los lesionados Kurt Zouma, Raphael Varane, Jeremy Mathieu, Benoit Tremoulinas o Aymeric Laporte.

Mención aparte merece el caso de Kevin Gameiro, que pese a su extraordinaria temporada en el Sevilla, no ha sido citado por el preparador labortano. Hijo de inmigrantes lusos, curiosamente, el delantero del Sevilla podría haber sido el delantero que le falta a Portugal, pero él sí eligió jugar con Francia.