Eusebio Sacristán está de moda. Los buenos resultados de la Real, acompañados de la excelente imagen del equipo en este tramo de Liga, han puesto al técnico txuriurdin en el candelero. Invitado por EFEFórum Deportes Sportium, ayer ofreció una conferencia en la que repasó toda su trayectoria y subrayó que, a pesar de unirle «muchas cosas con el Barça», de momento no se plantea otros retos lejos de la Real.

«Ahora estoy en la Real, he llegado a la élite, que era lo que quería, y estoy encantado. He encontrado unas condiciones a nivel de filosofía de club y de comprensión con la directiva que me permiten llevar a cabo todas mis ideas y aspirar a cosas importantes», dejó claro el entrenador vallisoletano.

«Nunca puedo decir esto no lo haré, pero quiero vivir el momento y seguir ilusionado con algo que estamos creando y queremos seguir juntos. Estoy en el sitio ideal para llevar a cabo todo lo que son mis sueños como entrenador. ¿Por qué empezar a pensar en la posibilidad de cambiar algo que está siendo un proyecto bonito?», concluyó al respecto.

Eusebio habló largo y tendido en su charla, y también explicó lo acontecido con Carlos Vela, que a punto estuvo de abandonar el club en verano. Para el técnico, el mexicano «tiene condiciones para ser uno de los mejores jugadores del mundo». Sin embargo, «es un chico con un carácter especial, que juega para ser feliz y conseguir retos importantes. Y muchas veces se deja llevar por sus emociones o sentimientos, porque necesita ser feliz. Esto hace que, cuando siente que eso no lo tiene, cree que lo mejor es cambiar de aires», se refirió sobre el azteca.

«Hubo algún momento, en el pasado, en que dudó que lo pudiese conseguir en la Real. Después de este verano, hablamos y le dije que quería que siguiese, porque es un lujo para la Real, pero que lo quería contento y motivado. Le dije que estaría encantado de que siguiese si encontraba esa motivación para ser feliz en San Sebastián. Parece que lo hemos conseguido», explicó.

Rijkaard, clave para la gestión

Lejos queda ya aquel chaval nacido hace 52 años en La Seca (Valladolid), un pueblo de mil habitantes en el que comenzó a darle al balón en la pared de la iglesia que estaba al lado de su casa. Con 19 años debutó en el Valladolid, y después de un fugaz paso por el Atlético, Eusebio recaló en el Barcelona «por una confluencia de los astros», subrayó el técnico.

En el club culé coincidió con Guardiola o Romario, a las órdenes de Johan Cruyff, quien «dio sentido a mi carrera deportiva». Después se metió a entrenador y la aparición del holandés Frank Rijkaard fue decisiva –trabajó como su ayudante–. «Me sirvió como maestro y aprendí mucho de esa línea de liderazgo desde el diálogo y el respeto», explicó.

Eusebio tiene claro que su método de trabajo es tratar de llevar a los jugadores a su visión de juego, pero adaptándose a la altura de la temporada y a los futbolistas que tiene.