Arnaitz GORRITI
Euroliga

Maccabi con nocturnidad y alevosía

La escuadra israelí llega necesitada a Gasteiz, con su cuarto entrenador del año, al tiempo que volverá a ser recibido entre protestas.

Con premeditación, alevosía y hasta nocturnidad –a las 21.00–, el Buesa Arena será testigo de otra visita muy poco deseada del Maccabi de Tel Aviv. Amén de lo que ocurra dentro del parqué en los 40 minutos reglamentarios, la presencia macabea volverá a no ser bienvenida, y durante la tarde las calles de Gasteiz serán el lugar escogido de las diversas protestas contra la escuadra israelí. Entre las 17.00 y las 19.00, la plaza Correos gasteiztarra será testigo de una concentración en la que se explicitará el nulo placer que produce la visita del cuadro amarillo, mientras que a partir de las 20.00, la afición gasteiztarra se arrimará hacia Zurbano en kalejira, partiendo de la cervecería Zuyana. Adentro del pabellón, superadas las trabas para acceder, también quedará claro que el Maccabi no solo es un rival a batir.

Pretender separar política y deporte es querer vivir con los ojos cerrados. Y si lo es en la práctica totalidad de deportes y deportistas, en lo que a Maccabi de Tel Aviv respecta, lo es aún más, en cuanto que la escuadra macabea ejerce de embajador internacional de las bondades del estado israelí, ignorando el precio que otros pagan por esas supuestas bondades. Quizá por ello el aficionado neutral no deja de alegrarse cuando el Maccabi cae, o cuando mira la tabla clasificatoria de la presente edición de la Euroliga y ve al conjunto israelí antepenúltimo, a dos victorias del octavo lugar.

El letón Ainars Bagatskis, hasta la fecha segundo de a bordo en el Darussafaka Dogus turco, toma las riendas del banquillo macabeo, al cual una derrota le sentaría fatal. Su indudable nivel físico se ha visto lastrado por un juego anárquico y poco pausado, y bastante poco solidario en tareas defensivas, algo que Saski Baskonia querrá aprovechar, y de paso despedir un muy buen 2016 quitándose el mal sabor de boca del partido del martes ante Gran Canaria.

«Saski Baskonia es, probablemente, el equipo más rápido de la Euroliga», declaraba Bagatskis en la previa. «Fenerbahçe y Darussafaka cayeron por su falta de disciplina en ataque y esa cuestión es capital para nosotros. Si somos pacientes en nuestro juego de ataque, pondremos la primera piedra para defender bien», explicaba el cuarto entrenador que ha fichado Maccabi esta campaña.

Bagatskis tendrá un aliado nuevo esta noche. Y es que el estadounidense Quincy Miller, después de varios meses de baja por lesión, estará recuperado.

Volver a jugar «a buen nivel»

Sito Alonso, por su parte, empleaba la tarde de ayer para realizar la previa ante el cuadro israelí, con los rescoldos aún candentes de la derrota en Gran Canaria.

Así las cosas, al técnico de Monzón le preocupó antes que nada el «recuperar el buen nivel» después de haber disputado «un mal partido» este pasado martes.

El rival, «más que nunca, no es tan importante como otras veces», subrayó el preparador, debido a que el Baskonia arrastra dos derrotas consecutivas, aunque no olvidaba que el conjunto hebreo «es competitivo con jugadores con talento».

Por otro lado, fue tajante y descartó cualquier posible cansancio físico debido al choque liguero. Asimismo, recalcó que «no se pueden cometer errores como las pérdidas consecutivas» que sufrieron en el Gran Canaria Arena, al tiempo que llamó a la afición. «Jugará un papel fundamental, porque los necesitamos más que nunca», dijo Sito Alonso, ante la nocturnidad con la que llega Maccabi.

Victorias en la cancha y victorias en la grada

Desde la creación de la Euroliga en el año 2000, las dos escuadras se han visto las caras en 22 ocasiones con 12 victorias para Saski Baskonia por 10 del Maccabi. Los últimos enfrentamientos entre ambos clubes tuvieron lugar en la temporada 2013/14 en los que el equipo vasco venció por 65-70 y por 84-80, respectivamente.

En los diez partidos que se han celebrado en el Buesa Arena, el resultado es favorables a los locales con un total de seis triunfos. Por contra, cabe destacar que amarillos y azulgranas se han medido en dos ocasiones en una Final Four –Moscú 2005 y Praga 2006– con victoria para los macabeos.

El rechazo frontal hacia el cuadro macabeo ha sido otra constante de Zurbano. La interrupción a las declaraciones de Neven Spahija –a la sazón, técnico de Maccabi– en 2007 y la invasión de campo en la Euroliga de 2011 son solo dos ejemplos, a pesar de las dificultades encontradas para protestar. A. G.