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La ONU alerta de las muertes por frío de los refugiados y pide más esfuerzos

Agencias de Naciones Unidas como Acnur y Unicef han alertado de las muertes por frío y de la precaria situación de miles de refugiados que permanecen bloqueados en territorio europeo.

Naciones Unidas ha exigido a los gobiernos europeos mayores esfuerzos para evitar que refugiados e inmigrantes sigan muriendo a consecuencia de la ola de frío y nieve, en lugar de rechazarlos en las fronteras y someterlos a violencia y confiscaciones. La portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Cecille Poully, afirmó que hasta ahora se han contabilizado cinco muertes por el frío y que unas 1.000 personas se encuentran en tiendas de campaña y dormitorios sin calefacción en la isla griega de Samos por lo que reclamó su traslado a alojamientos en mejores condiciones en la península.

En Serbia, cerca del 80% de los 7.300 refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes permanecen en refugios con calefacción, pero todavía hay 1.200 personas que duermen al raso en Belgrado.

Sin calefacción, electricidad, agua caliente ni ropa de abrigo adecuada y viviendo en un viejo almacén detrás de la estación de trenes afrontan cientos de inmigrantes –la mayoría de Pakistán y Afganistán– el helado invierno en Belgrado con temperaturas de hasta 15 grados bajo cero que intenta combatir prendiendo pequeñas fogatas. El edificio, en que hay desperdicios y lodo por todas partes, está lleno del humo que daña los ojos y dificulta la respiración. Sin embargo, recelan de acudir a un centro de solicitantes de asilo por temor a ser deportados.

Poully relató que han aparecido los cuerpos de dos hombres iraquíes y una joven mujer somalí cerca de la frontera de Turquía con Bulgaria y que dos adolescentes somalíes han sido hospitalizados por congelaciones tras pasar cinco días en un bosque. Un joven afgano murió tras cruzar el río Evros en la frontera de Grecia con Turquía en una noche en la que las temperaturas estuvieron por debajo de los diez grados negativos.

En esta situación, Poully criticó que las autoridades de todos los países de la ruta de los Balcanes «continúan intentando echar a los refugiados e inmigrantes de su territorio a países vecinos».

«Los niños son particularmente susceptibles de sufrir enfermedades respiratorias en una época como ésta. Se trata de salvar vidas, no de papeleos y de cumplir las disposiciones burocráticas», añadió, por su parte, Sarah Crowe.

Algunos refugiados han denunciado el trato violento de la Policía, que les han llegado a romper o confiscar los teléfonos móviles para impedir que pidieran auxilio. «Algunos incluso han denunciado que les han quitado prendas de ropa para dejarles más expuestos a las duras condiciones de invierno», denuncia.